Publicado en ElMundo.es.
- 'La 'Vecchia Signora' derrota al Nápoles (4-2) en duelo disputado en Pekín
La Juventus por fin tiene motivos para sonreír. En el Nido de Pekín se han llevado la Supercoppa Italiana tras vencer al Nápoles, que acabó con nueve y sin entrenador, por 4-2 tras el tiempo extra. Ha sido la primera vez en la que Antonio Conte no se ha podido sentar en el banquillo juventino en partido oficial, después de que en el día de ayer la Comisión Disciplinaria de la Federación Italiana lo suspendiera durante 10 meses por su implicación en el caso de las apuestas ilegales.
El encuentro en Pekín fue de una intensidad impropia para estas alturas de pretemporada, donde ambos equipos están todavía en fase de preparación para el inicio de la competición liguera, además de que tanto a la Juve como al Nápoles le faltan algunas piezas para completar las plantillas.
Quizás fuera por la sensación de no tener entrenador, por la falta de ritmo o por una mezcla de varios factores, pero lo cierto es que la Juventus no comenzó bien el partido. Massimo Carrera, entrenador interino, decidió arriesgar sacando del once a Mirko Vučinić, uno de los principales artífices del título de Serie A del pasado curso, y metiendo en su puesto a Sebastian Giovinco, estrella de la cantera ‘bianconera’ que ha vivido dos años a un altísimo nivel en el Parma antes de volver a casa este verano.
El Nápoles buscó en todo momento aguantar en defensa y buscar en el contragolpe a Pandev y Cavani. Y así llegó el primer gol. La defensa altísima de la Juventus permitió un pase en profundidad a Cavani, habilitado al estar aún en campo propio. El uruguayo trató de regatear aBuffon, que le ganó la partida, pero en el rechace no falló y adelantó a los ’azzurri’. La ‘Vecchia Signora’ estaba atascada, le faltaba profundidad y creatividad arriba ante la transición defensiva napolitana, que pasaba de tres centrales en ataque a cinco defensas en posesión del rival.
De esta manera las ocasiones de la Juve se reducían a golpes francos y jugadas esporádicas sin creación. En esas recibió uno de los nuevos fichajes, Kwadwo Asamoah, que empalmó una volea desde la frontal a la que no pudo o no supo llegar Morgan de Sanctis. El empate hacía justicia en cuanto a la posesión del balón pero no al número de ocasiones. Aun así, el juego del Nápoles siguió por los mismos derroteros, confiando en las ideas previamente establecidas. A ello se le unió la colaboración de Leonardo Bonucci, cuyo error propició el golazo de Pandev, que culminó con una elegante vaselina sobre Buffon poco antes del descanso. También a balón parado tuvo que llegar el empate de la Juve, ya tras la reanudación. Vučinić provocó un riguroso penalti que Arturo Vidal mandó a dentro.
El partido se dirigía a una prórroga que prometía ser realmente espectacular entre dos equipos que estaban jugando a un nivel muy similar. Pero el árbitro se convirtió involuntariamente en protagonista para desgracia del Nápoles, al que dejó con nueve y sin entrenador en apenas cuatro minutos. Pandev fue expulsado en el minuto 86 por insultar al linier, mientras que Zúñiga vio su segunda tarjeta amarilla ya en tiempo añadido. Las protestas de Walter Mazzarri obligaron al árbitro a mandarlo a los vestuarios. En esa situación, el choque tomaba tintes ‘bianconeros’ que se confirmaron con los dos goles de la Juventus en el tiempo extra. Primero Maggio en propia puerta y después Vučinić sentenciaron el primer título de la temporada. Una Supercoppa dedicada por todos a Antonio Conte.
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