sábado, 30 de junio de 2012

La final, cuestión de Estado

Publicado en ElMundo.es

- El presidente Napolitano ha felicitado a la plantilla con una carta enviada al seleccionador.

- Cientos de miles de italianos verán el partido en pantallas gigantes repartidas por todo el país.

- Los escándalos previos a la Eurocopa han fortalecido a la selección.


La final del domingo en Italia se está viviendo como si fuera la primera vez que el país se viera en una situación similar, como si no hubiesen ya ganado cuatro mundiales. La ilusión de la gente, que copa los cientos de plazas por todo el territorio nacional en las que hay instaladas pantallas gigantes, es la misma que ha querido ofrecer el mismo presidente de la República, Giorgio Napolitano, con una carta que enviada directamente al entrenador del equipo, Cesare Prandelli.

En unos duros momentos económicos en Italia, Napolitano ha querido destacar las palabras de Prandelli cada vez que se ha puesto delante de un micrófono durante la Eurocopa. “Ha sido consciente de la importancia del resultado, siempre sin triunfalismos”, lo que, según sus palabras, demuestra que el seleccionador es consciente del “largo camino que queda por recorrer tanto en Italia como en la selección”.

Ese “espíritu de equipo” que ha sabido crear el técnico se debe, en palabras del propio Presidente, a la “unión de viejos y jóvenes” jugadores que tienen la misma “determinación y generosidad” para lograr el objetivo común. Napolitano agradece la entrega de todos y cada uno de ellos que han dejado atrás “el pesimismo inicial” y han “honrado el nombre de Italia”.

jueves, 28 de junio de 2012

'Why always Italia?'

Publicado en el Magazine de Martí Perarnau.


1.- Si hay algún vencedor en la noche de hoy es Cesare Prandelli. Fue criticado con intensidad cuando decidió hacer un órdago a la grande jugando con Cassano y Balotelli como cartas más altas. Aun así, siempre fue fiel a sus ideas, que se resumen en jugar con tres hombres en el centro del campo y dos delanteros móviles, hábiles con el balón en los pies pero sin la fijeza que requiere el puesto de ‘9’. Le ha salido a pedir de boca. Arropó a su plantilla, la forzó a aprender a jugar con el balón y como resultado ha obtenido lo que todo seleccionador sueña: un equipo.

2.- Es cierto que es más fácil adoptar un estilo definido en una selección si la mayor parte de los que la conforman lo desarrollan continuadamente en su club. Seis jugadores de la Juventus saltaron hoy al césped de Varsovia, seis hombres acostumbrados a tratar con delicadeza al protagonista, el esférico, renunciando al clásico fútbol italiano, rácano y descortés con el espectador para empezar a lucir un estilo que podía ser el cigoto de un proyecto de futuro en el calcio. El miedo a no recibir gol, otrora santo y seña hasta para malabaristas del balón como Baggio o Zola, ha desaparecido del concepto futbolístico italiano hasta tal punto de renunciar sin pudor al único pivote defensivo puro (Thiago Motta) que hay en el plantel contra Alemania, dominador del juego de posesión mundial, con permiso de la España de Sudáfrica.

3.- La libertad de Pirlo se veía reducida ante su obligado trabajo defensivo, pero unos pocos ramalazos del bresciano han bastado para verlo como firme candidato al Balón de Oro. Su labor no ha destacado excesivamente en el día de hoy, pero cada vez que entraba en contacto con el balón, los súbditos de Merkel temían que pudiera encontrar un hueco invisible entre la muralla defensiva teutona, fría y calculadora en otros tiempos pero que se ha quedado en cueros en demasiadas ocasiones como muestra de una inexperiencia (tres de los cuatro defensas tienen 23 años) que muchas otras veces no se ha visto.