sábado, 19 de marzo de 2011

La historia de cuando Mourinho me dio un puñetazo

Esta era mi cara de flipado justo al entrar a los últimos minutos del ManU 2 - 0 Inter de Milán

Siena, Toscana. La bendita beca Erasmus me había llevado a esa pequeña ciudad medieval con la ilusión de conocer mundo, una lengua nueva y ganas de aventura. Y, como suele ser habitual durante el transcurso de los diez meses que dura, se cumplieron todos mis deseos. Me centraré en el primero de ellos. Corrían las primeras semanas del año 2009. Unos amigos y yo queríamos visitar Suiza y Croacia, ya que nos habían hablado maravillas de ambos países. Así que nos pusimos manos a la obra para buscar billetes tirados de precio en Ryanair para principios de marzo. Hasta que nos dimos cuenta de que a Suiza no volaba y a Croacia era carísimo. Así que decidimos cambiar de destino. Nos íbamos a Escocia. En el alboroto de la búsqueda de billetes, fuimos añadiendo destinos por motivos en su mayoría futbolísticos. Pensamos que el día 10 de marzo se disputaba en Anfield Road la vuelta de los octavos de final de la Champions League entre Liverpool y Real Madrid. Así que cogimos un billete a la ciudad de los Beatles desde Edimburgo pasando por Dublín (era más barato así que hacer directo Edimburgo-Liverpool). Sin entradas, claro. La gracia era verlo en los aledaños con los hooligans. Y ya que estábamos, no podíamos dejar pasar la oportunidad de visitar Old Trafford, el Teatro de los sueños. Casualidades de la vida, el día después, el 11 de marzo, Manchester United e Inter de Milán también jugaban la vuelta de su eliminatoria. Así que fuimos.


Mi amigo, Ángel Delgado y un servidor con Francesco Toldo en los aledaños de Old Trafford

El día D
Tras la humillante derrota blanca en Anfield esperaba que la belleza y la historia de Old Trafford me levantara la moral. Y bien que lo hizo. Obviamente tampoco teníamos entradas. Así que nos pusimos a verlo fuera... bueno, de hecho lo vimos desde una pantalla en el interior del estadio que se veía desde fuera a través de una puerta transparente. No había ni un solo bar alrededor del estadio. Antes del partido localizamos la zona de salida de los jugadores, así que cuando quedaban 10 minutos para el final, nos fuimos hacia allí. Pero a mi novia, Ana Rodríguez, se le ocurrió la genial idea de preguntar a un guarda de seguridad si podríamos ver desde dentro de Old Trafford los últimos minutos. Y así fue. Pudimos entrar al Teatro de los Sueños. Vimos la eliminación de José Mourinho y su Inter por 2-0. Todo el graderío 'red' cantaba al unísono el 'Bye bye Mourinho', clásico en la afición del United. Al terminar, aún con los pelos como escarpias por la emoción, salimos. Pero nos dijimos, si nos dejaron entrar una vez, nos dejarán entrar dos. Así que nos metimos, esta vez por la zona baja, la más cercana al césped. Precioso. Aún estaban todos los tifosi del Inter en lo más alto del graderío. Nos quedamos tanto tiempo embelesados que nos cerraron Old Trafford. Literalmente. No quedaba ni una sola puerta abierta. Estábamos encerrados en el estadio del United. Tras divagar por la zona, descubrimos una puerta. Curiosamente conducía a la única salida que quedaba: la zona mixta. Mira tú por donde, no íbamos a ver ni el partido y acabamos con los jugadores. Pasaron todos: Cristiano, Rooney, Ibrahimovic, Figo, Van der Sar, Toldo, Adriano... y Mourinho.

José Mourinho atendiendo a la prensa momentos antes de la agresión. A esta distancia lo tenía

Cuando ya había pasado la gran mayoría de estrellas, nos echaron. Unos pringados con una bolsa de salamis para sandwiches no tenían pinta de periodistas acreditados. Nos pusimos cerca del autobús del Inter. Desde una valla situada a unos 3 metros del bus, vimos la entrevista que estaba concediendo José Mourinho para una televisión italiana. Durante toda su declaración, un aficionado red le gritó el ya mencionado 'Bye bye Mourinho'. Tan fuerte y tan continuo que al mismo Mourinho se le acabaron calentando los coj... Yo me intentaba hacer hueco entre la muchedumbre con la única intención de saludar al que considero como gran entrenador. Cuando se acercó, yo me encontraba justo detrás del hombre que le estaba cantando. A todo esto, Mourinho se le acercó, le estrechó la mano y... atención... le soltó un directo de derechas en toda la cara. Cobarde como el que más, Mourinho se fue rápido hacia su autobús. El puñetazo del ex del Inter al aficionado fue tan fuerte que la cabeza del pobre hombre se estrelló violentamente contra la mía, causándome un dolor bastante considerable. En ese momento, muchos seguidores del Manchester se me acercaron preguntándome: "¿te ha pegado?" Yo, aún confuso, les dije: "No... bueno, sí. Bueno, no directamente...".

Conclusiones
Dos años después aún me estoy preguntando por qué esa historia del puñetazo de Mourinho a un aficionado del Manchester y a un servidor no fue conocida por prácticamente nadie. Cierto es que no tengo ninguna prueba del momento del puñetazo, pero si se indagase, estoy seguro de que se encontraría el momento al que yo hago referencia en este artículo. Es totalmente verídico. Adjunto fotos de momentos previos para hacer más creíble el suceso.