martes, 20 de julio de 2010

Los fichajes del Barça


Por todos los que amamos el fútbol es sabido que cada uno de nosotros lleva dentro, durante la temporada, un pequeño entrenador, que haría jugar a los jugadores según nuestro criterio personal, y los colocaría como a nosotros nos parece. También tenemos un pequeño seleccionador que en época de Mundiales y Eurocopas decide cuál sería la lista que nos llevaríamos a dicha cita balompédica. Y en verano, como no puede ser de otro modo, tenemos un pequeño ojeador y un director deportivo que decide los fichajes que haríamos para nuestro equipo.

Dani Alves muestra el escudo del Barcelona el día de su presentación

En este caso, nos vamos a centrar en este último, el ojeador. Más precisamente, en el ojeador que yo llevo dentro. Hace bastante tiempo que dije a mis amigos, tertulianos de interminables conversaciones sobre fútbol, que el Real Madrid debía fichar a Dani Alves. Es un jugador que, sinceramente, me cae gordo, pero porque nunca ha jugado en mi equipo. Es de los mejores del mundo en su posición, sin duda. Estuve todo un verano insistiendo (interiormente, claro) a Ramón Calderón para que trajera al '4' del Sevilla. Pero nada, no pasó nada, se quedó en Nervión. Al año siguiente, fue el Barcelona el que se interesó por su fichaje y, sin ningún quebradero de cabeza, acabó en Can Barça, convirtiéndose en uno de los principales pilares sobre los que se asentó el hexacampeón.

David Villa posa en el Camp Nou cuando se oficializó su fichaje

Un año después del intento infructuoso de Calderón por fichar a Alves, me surgió otra necesidad. El Madrid debía fichar a David Villa. El ex presidente blanco probó por todos los medios traerse al gran delantero de Tuilla. Ofreció diferentes tipos de trueque, pero nada, no hubo opción y el máximo goleador del Mundial se quedó en Valencia. El caso de Villa ha sido más doloroso según pasaba el tiempo, porque cada vez parecía más cercana su llegada a Concha Espina, pero no era nada más lejos de la realidad. El verano galáctico, el pasado, en el que el actual presidente madridista se gastó más de 200 millones de euros para no ganar nada, el diario Marca anunciaba en su portada la contratación de David Villa por el Real Madrid. De hecho, decía que el Madrid había conseguido un triplete, por los fichajes de Kaká, Cristiano Ronaldo y Villa. Pero no era real, Villa siguió en Mestalla. Hasta hace poco. Como quien no quiere la cosa, llegó Joan Laporta, en sus últimos días como presidente del Barcelona y ofreció 40 millones por el asturiano. Llorente, presidente del Valencia, aceptó y Villa acabó vistiéndose de azulgrana. Otro fichaje soñado para el Madrid que acaba en el Barcelona.

Adriano estrecha la mano de Sandro Rosell en los aledaños del Camp Nou

Pero la gota que colma el vaso es Adriano. Pocos me han oído hablar de esto, pero llevo tiempo pensando que Adriano habría sido un gran fichaje para el Real Madrid. Al equipo de Mourinho le falta un lateral izquierdo de garantías. Además, el brasileño es de los jugadores más polivalentes que hay en el mercado y no está exento de calidad individual. Veo como el Madrid se interesaba por el tal Van der Wiel, por Kolarov, por Maicon... Adriano es bueno, bonito y barato. Yo, como pobre inocente que sólo se entera de las cosas por la prensa deportiva nacional, no pensaba que Adriano fuera a moverse del Sevilla. Pero de repente, Rosell sorprende a todos y ficha al lateral-mediocampista. Gran acierto por su parte, sin duda alguna. Ahora tendrá un suplente de lujo tanto para Alves como para Abidal.

En fin, yo no digo que sea un grandísimo ojeador y que deberían echar a Valdano para ponerme a mí. Con ésto sólo estoy queriendo decir que la mejor liga del mundo, señoras y señores, es la nuestra. Por lo tanto, aquí están los mejores jugadores del mundo, los que hay que fichar si se quiere ser el mejor. Ni Kolarov, ni Müller, ni Özil. Jugadores en España, por favor. En resultado está claro.