viernes, 28 de septiembre de 2012

La pelota es mía

Publicado en el Magazine de Martí Perarnau.


Cuando éramos unos niños y nos juntábamos varios para jugar, ya fuera en la cancha del colegio o en una plaza o jardín, o en cualquier lugar en el que dos mochilas, dos chaquetas o dos árboles pudieran hacer de porterías, siempre había un chaval que tenía el poder sobre el resto de los jóvenes jugadores. Ese chico era el poseedor del único elemento fundamental para que la pachanga pudiera tener lugar: la pelota. Todos los demás componentes tenían una importancia relativa, como la estabilidad del terreno, el número y paridad de participantes y los viandantes que esquivaban (o no) los lanzamientos algo desviados.

El partido comenzaba y tenías que tratar de jugar mejor o tener más suerte que el rival para llevarte a casa la satisfacción de un triunfo y una golosina con una Coca-Cola como trofeo. Pero durante el tiempo que durara el choque, debías tener cuidado de no molestar demasiado a ese chico que había traído el balón en una mochila, en una bolsa o dándole patadas. Si le hacías una entrada algo fuerte, podía cabrearse, coger el esférico y poner punto final a la tarde futbolística. Él era el único que tenía derecho a pasar el balón en contadas ocasiones, porque si le gritabas y le decías eso de “¡estaba solo!”, podía no volver a invitarte a jugar.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Un amigo para Sneijder


La temporada 2009-10 supuso para el Inter de Milán pasar de una plantilla potente en Italia pero intrascendente en Europa hacia un equipo poderoso, rocoso y pentacampeón. Aquel conjunto se creó a la imagen y semejanza de su líder tanto dentro como fuera del campo, José Mourinho. El portugués consiguió hacer olvidar la marcha de Zlatan Ibrahimovic juntando la mejor generación de talentos que ha visto el Meazza en muchísimos años. Los focos solían apuntar al sustituto directo del sueco en el puesto de referencia ofensiva, Samuel Eto’o, pero aunque su papel fue fundamental en el desarrollo del juego colectivo, hubo dos hombres que destacaron por su rendimiento muy superior a la media: Diego Milito y Wesley Sneijder.

El ‘Príncipe’ fue el héroe absoluto de los tifosi al marcar en todos los partidos trascendentes de la temporada: la ida de las semifinales de Champions contra el Barcelona, el día de la consecución del título de la Serie A en Siena, en la final de la Coppa Italia y, sobre todo, su doblete en la final del Bernabéu contra el Bayern Munich.


Klose: 'Sí, he marcado con la mano'

Publicado en ElMundo.es.

Momento en el que Miroslav Klose marca el gol con la mano.| Efe

El delantero alemán marcó un gol con la mano ante el Nápoles

El árbitro, consultó con el jugador, que confesó la acción

Después, un hat-trick de Cavani tumbó a su equipo.


Uno de los goles más famosos de la historia del fútbol ocurrió en el estadio Azteca de México. En 1986, Diego Armando Maradona creó ‘La Mano de Dios’ para adelantar a Argentina en los cuartos de final del Mundial contra Inglaterra.

Corría el minuto 51 de partido cuando el ‘Pelusa’ se internó entre la defensa inglesa, se la dio a Jorge Valdano, pero el zaguero Steve Hodge, en su intento de despeje, mandó el balón hacia atrás. Maradona saltó para golpear el esférico pero, más listo que nadie, le dio con la mano sin que el árbitro del encuentro se percatara. Cuatro minutos después borró la mancha de su tanto ilegal con el gol del siglo en el que “dejó por el camino a tanto inglés”, como narró Víctor Hugo Morales en su día.

Varios futbolistas también aprovecharon su picardía para introducir el balón en la portería con la mano o el brazo. El mismo Lionel Messi emuló al mito argentino en junio de 2007 cuando empató un derbi contra el Espanyol en el Camp Nou superando a Kameni con la mano. Otros aprovecharon un toque previo con el brazo para marcar, como fue el caso del Francia – Irlanda de la repesca para clasificarse al Mundial de 2010. Thierry Henry tocó hasta dos veces un balón con el brazo y asistió para que William Gallas empatara aquel partido y clasificara a los ‘bleus’ para el torneo de Suráfrica.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Cagliari, un equipo sin hogar

Publicado en ElMundo.es.



El club sardo abandonó su viejo estadio por problemas en la estructura

En el nuevo campo debía jugarse a puerta cerrada, pero el presidente de la entidad ‘invitó’ a la afición

El partido suspendido contra la Roma se puede perder en los despachos

Cagliari es la capital de la isla italiana de Cerdeña. Situada en la costa sur, es el puerto principal del Golfo de los Ángeles y fue referencia en el comercio marítimo durante muchos siglos. Las playas de sus alrededores son consideradas de las mejores del Mediterráneo por sus incontables kilómetros de arena blanca virgen y aguas cristalinas. Deportivamente hablando es conocida por el equipo de ‘calcio’ de la ciudad, el Cagliari, que desde hace nueve años ha visto fútbol de Serie A ininterrumpidamente.

La época más gloriosa del club insular se vivió hace ya más de cuarenta años, en la temporada 1968-69, cuando sorprendió a todo el país quedando segundo en el ‘Campionato’ sólo por detrás de la Fiorentina y llegando a la final de la Coppa Italia, donde cayó ante la Roma. Un año después confirmó sus buenas sensaciones cosiendo en su ‘maglia’ su primer ‘Scudetto’ y ganándose el derecho a disputar la Copa de Europa.

El mejor año de la historia del club culminó con el traslado al nuevo y majestuoso campo de Sant’Elia para la temporada 70-71. El estadio se concibió como un multiusos en el que se podían disputar competiciones atléticas, además de otros deportes de equipo como el fútbol y podía llegar a una capacidad máxima de 70.000 espectadores.