miércoles, 15 de septiembre de 2010

El síndrome Redondo


Fernando Redondo fue, con Raúl, los dos pilares del Madrid de la Octava

Mucho se está hablando este final de verano sobre la cantidad de defensas centrales que han pasado por el Real Madrid, en un intento por hacer olvidar la figura del gran capitán, Fernando Hierro. Nada menos que ocho han sido los fichajes de Florentino Pérez y Ramón Calderón en esa demarcación (a saber: Samuel, Woodgate, Cannavaro, Metzelder, Pepe, Albiol, Garay, Carvalho), a parte de los fiascos salidos de 'La Fábrica' (Pavón, Raúl Bravo y Mejía).

Pero no menos defectuoso ha sido cubrir la marcha de otro jefazo del vestuario madridista. Fernando Redondo llegó a Madrid en el año 1994 y se consagró, desde su primer partido, como el líder de la medular merengue. Jugador elegante, pero laborioso a más no poder, su labor de contención era aplaudida y admirada por la parroquia blanca. Redondo fue fundamental en las dos primeras Ligas de Campeones conseguidas por el Real Madrid en su última época gloriosa. O con Seedorf, o con Karembeu o sólo, Redondo era el mejor en su puesto. Todavía brilla en la retina de muchos madridistas aquel taconazo que dejó boquiabierto a Henning Berg en aquel 2-3 en Old Trafford.




Raúl marca el 0-3 tras el majestuoso taconazo de Redondo contra el Manchester United en el 2000


Después de la Octava, llegó Florentino Pérez con un Figo debajo del brazo y, como pasó el año pasado, tenía que hacer caja tras dejar en las arcas del Barcelona 10.000 millones de las antiguas pesetas. En ese momento Berlusconi acudió raudo y veloz al Bernabéu y ofreció 3.000 millones por el mediocentro argentino. Y claro, el hoy presidente blanco no puso ningún impedimento. Contra su voluntad, Redondo ponía fin a seis años de comunión con el madridismo. Durante unas semanas después de la venta de Redondo, podían oírse cánticos de los aficionados tipo: "¡¡Figo no, Redondo sí!!" Pero lo hecho, hecho estaba.

Hierro y Makelele pelean por un balón con Linke y Effenberg en los cuartos de Champions del 2002

Comenzaba la terrible búsqueda de un sustituto. Ese mismo año se contrataron a tres centrocampistas procedentes de equipos gallegos: Flavio Conceiçao, del Deportivo y Albert Celades y Claude Makelele, del Celta de Vigo. Sólo este último consiguió asentarse en el equipo. Bueno, bastante más que asentarse. Makelele representaba lo que era Redondo para el Madrid. Robaba innumerables balones, parecía no cansarse nunca. Le faltaba quizás la técnica del argentino, pero su lucha y sus ganas de ganar eran indiscutibles.

Al año siguiente, a estos tres jugadores se les unió una joven promesa argentina de la cantera blanca, Esteban Cambiasso. Había estado cedido en Independiente y River Plate y había deslumbrado al país de la Pampa. Pero nunca tuvo un peso importante en el equipo y dos años después fue traspasado al Inter de Milán, donde lleva seis años siendo un líder.

Gago, Lass, Diarrà y Xabi Alonso, cuatro de los 'sustitutos' de Redondo

En 2003, Makelele era para el Real Madrid un jugador tan importante como Figo, Zidane, Ronaldo o Raúl, por lo que el jugador francés quería que sus emolumentos fueran parecidos a los cracks blancos. Pero Florentino no estaba por la labor. Quien sí resultó estar por la labor fue el dueño del Chelsea, Roman Abramovic, que pagó cerca de 25 millones de euros por el mediocentro. De esta manera, se iba el único de los que hasta ahora se ha parecido al gran Redondo. Desde ese día, han sido muchos los que han intentado suplir a estos dos cracks: Pablo García, Emerson, Mahamadou Diarrà, Fernando Gago, Lassana Diarrà, Xabi Alonso y Sami Khedira. En total, once jugadores del mismo estilo han pasado por el Bernabéu con la intención de hacer olvidar los buenos años de Fernando Redondo en el Real Madrid. No le será fácil a los que aún siguen en el equipo parecerse a la figura del argentino.

domingo, 12 de septiembre de 2010

¿Qué sentido tiene?


  • ¿Qué sentido tiene eliminar de tu vestuario a un grupo de jugadores consolidados, que han dado o darán un gran rendimiento, como es el caso de los holandeses del Real Madrid?

Los cinco holandeses del Madrid, antes de la llegada de Huntelaar

La única explicación que le encuentro al hecho de que la 'nueva' directiva del Real Madrid haya fulminado de casi un plumazo a los seis futbolistas de los Países Bajos de la plantilla, es que todos habían sido fichados por el anterior ejecutivo presidido por Ramón Calderón. No cabe duda de que en el caso de Royston Drenthe, el sentir del madridismo es unánime: debió salir antes, por no decir que nunca debió venir. Pero los otros cinco holandeses tenían hueco en el Real Madrid. Robben y Sneijder, sin ir más lejos, optan claramente al FIFA Balón de Oro de este año, después de haber llegado a la Final de la Champions, la final del Mundial y en el caso del medio del Inter, lograr la Triple Corona. Y no sólo eso, sino que han sido fundamentales en sus equipos.
Si al Madrid, por tradición en los últimos años, le sobra algo, son mediapuntas. Pero no creo que sobrara Rafael Van der Vaart. El bueno de Rafa siempre aportaba algo: claridad en el pase, velocidad en la circulación y goles decisivos.
El caso de los delanteros es discutible, sin duda. Pero ¿quién me va a negar que Van Nistelrooy no aportaría esa dosis extra de goles desde el banquillo que pide Mourinho? Seguramente a Ruud no le molestaría ser suplente y jugar sólo de vez en cuando. Huntelaar, por su parte, es un jugador que demostró que, si se le dan oportunidades, marca muchos goles. Jugó poco y se fue con 8 tantos bajo el brazo. Ustedes verán...

  • ¿Qué sentido tiene vender hace un año a dos jugadores porque hacía falta 'cash' y justo un año después buscar, encontrar y fichar a otros jugadores, por el mismo precio y que juegan en la misma posición?
Robben y Sneijder lucen las elásticas de sus nuevos equipos

Seguimos con el caso 'Holanda'. Hace poco más de un año, el Real Madrid había acometido la mayor inversión de su historia, con los fichajes de Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema y compañía. Resulta evidente que era necesario hacer algo de caja para soportar el gasto realizado. Entonces, la directiva tomó una decisión drástica: traspasar a Arjen Robben y Wesley Sneijder. Por el extremo se obtuvieron 25 millones; por el medio, 15. Se perdieron 23 millones, la diferencia entre el montante del fichaje y el montante de la venta. Sin ellos el Madrid perdió verticalidad y fluidez. Así que una vez acabada la campaña, se vio necesario buscar jugadores de las mismas características. Así que se aprovecharon los 25 millones del traspaso de Robben en el fichaje de Ángel Di María; y los 15 del traspaso de Sneijder en el fichaje de Özil. Son dos jugadores con calidad y jóvenes... algo parecido a lo que eran Robben y Sneijder, con la diferencia de que estos últimos ya estaban consagrados.

  • ¿Qué sentido tiene apostar por la 'cantera' española y fichar, además, a otros jugadores que ocupan la misma posición en el campo?
Özil y Canales luchan un balón con Peña en el Hércules - Real Madrid

Tras varios partidos extraordinarios de Sergio Canales en el Racing, el Real Madrid puso el dinero sobre la mesa para contratarlo. Se veía como una apuesta del equipo blanco por lo español, por lo joven. Y en la pretemporada, después de asegurarse su continuidad en el equipo, Canales se ganó la titularidad. Pero supongo que al Madrid le pareció que se había gastado poco dinero y además, en un hombre con poco nombre. Así que tenía que ir a por la estrella del Mundial. Como ya hiciera en 2002, fichando a Ronaldo, y en 2006, con la incorporación de Cannavaro, el Madrid necesitaba en este 2010 el crack del Mundial. Ese era el alemán Mesut Özil, que juega exactamente en la posición de Canales. Así que apuesten por quién jugará más este año...

  • ¿Qué sentido tiene gastarse 50 millones más Eto'o en Ibrahimovic y echarlo por la puerta de atrás al año siguiente?
Ibrahimovic, a su llegada al aeropuerto de Milán - Malpensa

No voy a entrar a juzgar la actitud del 'filósofo' Guardiola con Zlatan Ibrahimovic porque, sinceramente, la desconozco. Pero no deja de ser curioso que no tenga buen 'feeling' con Eto'o y lo quiera fuera de su equipo después de haber realizado la mejor temporada del Barça en la historia con más de 30 goles y, para reemplazarlo, se gaste una millonada en el sueco que, vaya por donde, tampoco le cae bien. Tampoco voy a defender al delantero de origen bosnio, porque tiene toda la pinta de ser un chulo hecho y derecho. Pero ha metido 21 goles oficiales que, si los sumas a los 47 de Lionel Messi, creo que se convierten en una grandísima cantidad de puntos. En mi humilde opinión, no se le podía pedir más a Zlatan. Marcaba, asistía, se desmarcaba... Parece extraño, pero le vino mal tener al lado al mejor del mundo.


Hasta aquí la primera edición de ¿Qué sentido tiene? En próximas ediciones veremos más dudas inexplicables del mundo del fútbol.