miércoles, 8 de diciembre de 2010

Cuestión de cantera



El fútbol es cuestión de estilos. No hay un estilo claro que tenga la superioridad clara y continua sobre los demás. Hay algunos más agradables para el espectador; otros que gustan a los entrenadores. Incluso hay otros que son los favoritos de los presidentes. Cualquiera que consista en intentar lograr marcar más goles que el contrario es totalmente lícito para todos los clubes del mundo. Pero desde hace varios años está predominando un estilo bien marcado. Este estilo se caracteriza por el trato cariñoso (llega a ser hasta mimoso) que da al esférico. La pelota siempre suele ir acariciando el césped; sólo lo abandona en contadas situaciones que benefician al juego del equipo. Los futbolistas se disponen uno próximo al otro, posibilitando el veloz movimiento del balón, casi siempre en pocos y precisos toques que originan paredes, triangulaciones que desbaratan casi cualquier entramado defensivo. Luego hay otros futbolistas que se pegan a la línea de cal (la del césped, ya me gustaría que fuera mi página) para aprovechar los espacios que generan en las bandas el juego interior del equipo. Éstos, como afiladas navajas, se clavan sin piedad en las murallas rivales, intentando dar el golpe mortal o dejárselo en bandeja a aquellos que se incorporan de segunda línea.

Pero este estilo no sólo sabe jugar con el balón. También lo sabe hacer sin él, aunque con el objetivo de recuperarlo cuanto antes. Cuando un jugador de este equipo pierde la pelota, no regresa a su campo temeroso del ataque enemigo, sino que mantiene la posición y junto con sus compañeros que, como dije antes, tiene siempre cerca, presiona al contrario con tanta furia, intensidad y precisión que no tarda en volver a tener entre sus pies lo que es, por naturaleza, suyo: el balón. Este rápido robo posibilita atacar de nuevo, esta vez con la ventaja de pillar a los otros desubicados, ya que estaban saliendo al ataque. Y eso hace mucho daño.


El problema (si es que tiene alguno), es que no todo el mundo puede llevar a cabo, al menos tantos partidos seguidos, este estilo. Sólo lo saben hacer los alumnos aventajados que han estudiado a fondo todas las artes del estilo en las aulas verdes de los campos de La Masía. Esa vieja mansión, situada en las proximidades del Camp Nou, surte de Balones de Oro al Fútbol Club Barcelona. El club presidido en la actualidad por Sandro Rosell, ha mostrado desde hace muchos años una fijación por los jugadores de la casa incomparable al resto de clubes del mundo, si hablamos de éxitos individuales y colectivos conseguidos por los chavales canteranos. Y, desde este lunes, se ha añadido uno de los logros más significativos: tres jugadores criados en Can Barça son los nominados para alzarse con el máximo galardón individual del deporte rey, el Balón de Oro. Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Lionel Messi. Ahí es nada, señores. Se pueden oír voces críticas sobre la elección de este podio culé, yo mismo la he expresado en diferentes redes sociales. Es cierto que algunos futbolistas hayan hecho este año más méritos que alguno de los tres para ganar el Balón de Oro, es muy posible. Pero lo innegable es la calidad de ese trío de ases. Seguramente, muchas de las críticas vendrán generadas por la envidia que supone ver cómo el Barcelona se está llevando prácticamente todos los méritos los últimos tres años. Pero señores, no nos engañemos. Si el Barcelona se está llevando tantos méritos, es porque se lo merece. ¿O alguien me va a decir que el Barcelona de Guardiola no es el que mejor fútbol (al menos más estético) ha realizado los últimos tres años? ¿O es que ganó los ocho títulos porque se los regalaron? No. Rotundamente no. Este Barça es mucho Barça. Y lo mejor de todo es que no tiene pinta de tener fecha de caducidad.

Muchos se preguntan qué va a ser del equipo azulgrana cuando Puyol o Xavi se retiren. Pues posiblemente sigan en la cumbre porque cuentan con jugadores como Fontás o Muniesa para cubrir la ausencia del capitán; y otros llamados Thiago y Dos Santos que quieren ocupar el puesto del mejor mediocentro del mundo. Y luego están los Bojan, Piqué, Jeffren, Pedro, Busquets, Bartra... Vamos a tener Barça para rato.

Comparaciones odiosas
No es en absoluto cierto que la cantera del Real Madrid sea mala. La cantera del Real Madrid tiene el principal problema de que no es una cantera para el Real Madrid, sino más bien, una cantera para el resto de los clubes del mundo. Como decía Enrique Ortego, 21 futbolistas salidos de Valdebebas (o la antigua Ciudad Deportiva) han debutado con la selección española sin llegar al jugar en el Real Madrid. Y España es la vigente campeona del mundo. Es decir, que hay jugadores de suficiente calidad para jugar con España, pero no tienen oportunidades en el primer equipo del Real Madrid. Desde los años 90, el Real Madrid se ha dedicado más a la inversión en jugadores foráneos que en la producción de propios. Si no, piensen cuántos jugadores canteranos del Real Madrid les suenan que se hayan afianzado en la primera plantilla. Pues los de siempre: Raúl, Guti y Casillas. Luego hay algún caso esporádico, como son los Pavón, Raúl Bravo, Mejía y ahora los Arbeloa, Granero y Adán. Otro caso hubiera sido el de Rubén de la Red que iba para fijo.

Eso sí, de ahí a asegurar que la cantera del Real Madrid no tiene nada que envidiar a la del Fútbol Club Barcelona es un trecho muy largo que se ha saltado Esteban Granero. Sí tiene que envidiar, y mucho. Porque yo no recuerdo que la cantera del Real Madrid haya copado los tres primeros puestos del Balón de Oro.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Sobre el señorío


Lo normal, hasta hace poco tiempo, era que el Real Madrid fuera aclamado y vitoreado allí por donde disputaba un partido de fútbol. Daba igual quién formara parte de la convocatoria. Ya podían ser los Santillana, Juanito o Camacho, que los Figo, Zidane o Beckham, los aficionados rivales siempre los admiraban y respetaban. Sucedía también con la figura del entrenador. ¿O acaso Vicente del Bosque sólo es admirado ahora por todos por ganar el Mundial? Incluso Pellegrini caía bien, puede que sólo por su cara de pena, pero sin duda no despertaba ningún desprecio ni odio al equipo contrario. Pero todo esto ha cambiado.

El 'jeque' Pérez
Mayo de 2000. El Real Madrid presidido por Lorenzo Sanz gana la Octava Copa de Europa del club blanco. Tras 32 años de sequía europea, Sanz había llevado a su equipo a ganar la máxima competición europea dos veces en tres años. Poco después convocó elecciones a la presidencia. Todos daban, en un primer momento, como un obvio ganador al por entonces presidente, sin contar mucho con la alternativa: Florentino Pérez. Pero el presidente de ACS trajo una bomba bajo el brazo. Decía que había fichado a Luis Figo por 10.000 millones de pesetas. Y la intención de voto cambió como el estado de salud de los controladores aéreos, súbitamente. Florentino desbancó a Sanz. Ganó la cartera. Desde ese momento Florentino se convirtió en todo un icono mundial. Quería hacer del Madrid el mejor club del mundo y para ello tenía que contratar a los mejores del mundo, costase lo que costase. Como él mismo decía, tenía como objetivo rememorar a don Santiago Bernabéu, con una política de mezcla entre los más grandes del fútbol mundial y jóvenes valores de la cantera. Fue bien durante 3 años. Desde el 2003, Florentino continuó derrochando dinero fichando a grandes jugadores, como Beckham, Owen, Samuel o Baptista. Ninguno resolvió los problemas. El 17 de febrero de 2007, Florentino dice adiós. Deja al club hundido, sin posibilidad de reacción, limpiándose las manos. Durante los tres años que estuvo en la oposición, siempre criticó duramente la gestión de José Ramón Calderón, a pesar de que trajo dos ligas al Bernabéu tras tres temporadas sin títulos, ayudado en esta labor por su fiel amigo, Marca.
El Real Madrid perdió tirón social en favor de un creciente Fútbol Club Barcelona, que comenzaba a recordar a aquel conjunto que encandiló a Europa de la mano de Johann Cruyff. La gente ya no compraba camisetas, o al menos no tantas como antes. La antipatía que generaba aumentó con el descubrimiento de los chanchullos de Calderón en la asamblea del club. El juego limpio que caracterizaba al Madrid estaba de capa caída. Problemas en el vestuario. Jugadores que salen de fiesta más de la cuenta (Ronaldo, Sneijder...), Robinho se enfada con el club por el trato recibido en el verano de 2008 y tiene que ser traspasado; Schuster pierde un partido y lo justifica en que el árbitro era catalán y pretendía favorecer al Barcelona; eliminación tras eliminación tanto en Copa del Rey como en Liga de Campeones... El señorío... ¿dónde quedó el señorío del Real Madrid?

Floren 'II'
Hasta los chinos sabían que cuando Florentino se fue tras perder en Mallorca en 2007 era un 'volveré' en toda regla. Había que vender más camisetas, para que esos mismos chinos que sabían que volvería compraran las zamarras de Cristiano, Kaká, Casillas y... bueno eso es todo. Se quiera reconocer o no, Kaká ha sido un 'caso Woodgate' más grande que el cuello de Luca Brasi. El último año del crack brasileño en Milán fue lamentable y Berlusconi todavía está agradeciendo a Florentino los 67 millones que le soltó. Más o menos lo mismo, pero sin lesiones de por medio, es el caso de Benzema. Todavía está por ver el rendimiento de jugadores como Özil, Khedira o Pedro León. El caso de Cristiano es el colmo. Nadie discute (o no debería discutir) el potencial futbolístico del luso: su calidad es excepcional, goleador como pocos y con un hambre voraz. Pero tiene el dudoso mérito de caer mal a todo Cristo. Y no es que intente evitarlo, precisamente. Es un chulo como un 8. Su característica principal es mirar a los rivales por encima del hombro y digamos que habla un poco demás.
Mourinho es un poco parecido a Cristiano, será por lo de que son portugueses. Se cree superior a todos, por ejemplo cuando infravaloró a Massimiliano Allegri, entrenador del Milan. O con la polémica con Preciado. O por comparecer ante los medios de comunicación en el Bernabéu antes que el entrenador contrario.

En fin, la moraleja de todo esto es que el Real Madrid se está metiendo en arenas movedizas y cualquiera lo saca de ahí. Ahora parece que el cáncer del Madrid son Cristiano y Mourinho, a los que todos los estadios del mundo pitan y odian. Pero desde aquí no tengo miedo a afirmar que la culpa, principalmente, de este embrollo la tiene el señor Pérez.

¡Váyase señor Pérez, y no vuelva!

PD: Como diría un compañero: "Más Pipitas y Carvalhos y menos Cristianos y Benzemas".

jueves, 2 de diciembre de 2010

El calvario del pasillo



Es, sin duda, uno de los momentos más recordados por los aficionados madridistas. El equipo entrenado entonces por Bern Schuster había ganado matemáticamente la Liga, una semana antes, en El Sadar, con un gol in-extremis de Gonzalo Higuaín. Y, como suele ser habitual, los siguientes rivales del equipo campeón reciben a éste con un pasillo de honor, en homenaje al mejor equipo de la temporada. Casualidades de la vida, la jornada 36 de la Liga, una después del partido de Pamplona, había deparado un ‘Clásico’ en el Bernabéu. Y como no podía ser de otra manera, las cenizas del Barcelona de Frank Rijkaard vieron su final con un doloroso pasillo al Real Madrid. Y no sólo eso, sino que recibieron una goleada como no se veía desde 1997, cuando el equipo de Jupp Heynckes endosó un 4-1 al de Van Gaal en la Supercopa. Ese 7 de mayo escoció en lo más profundo del alma de los barcelonistas, que juraron venganza. Y, sin ninguna duda, la están cumpliendo… y con creces.
Primer aviso
La temporada siguiente se llegó al ‘Clásico’ del Camp Nou con un cambio de papeles muy importante. Schuster acababa de ser destituido, además de por perder contra el Sevilla en el Bernabéu por 3 – 4, por asegurar que no podían ganar al Barcelona. Esa actitud no gustó en la cúpula blanca, que decidió sustituir al alemán por Juande Ramos. El técnico andaluz tenía su primera gran prueba en su segundo partido. Y salió con miedo. El Real Madrid dispuso un planteamiento muy defensivo, que casi sale victorioso, si Royston Drenthe no llega a fallar un mano a mano con Valdés. Pero dos goles en los momentos finales de Eto’o y Messi derrumbaron el entramado de Juande.



Pero lo que no se imaginaba el bueno de Juande era la que se le vendría encima en el partido de la segunda vuelta. El Madrid estaba a cuatro puntos del Barcelona. El equipo de Guardiola estaba a punto de lograr el triplete, ya que estaba en la final de Copa y en la Final de la Champions. Era la última oportunidad para los blancos de recortar distancias en la clasificación. Pero el Barça ganó 2 – 6. Una goleada humillante y vergonzosa para el Real Madrid. Y también un comienzo de celebraciones para el Barcelona que se estiró hasta la final del Mundial de Clubes en Abu Dabi.
Cinco partidos, cinco victorias
Con Guardiola en el banquillo azulgrana, el Real Madrid no sabe lo que es ni puntuar contra el Barcelona. El año pasado perdió ambos partidos, 1 – 0 en Can Barça y 0 – 2 en Chamartín. Y otra Liga para el Barcelona. Este año ha empezado aún mejor para los intereses barcelonistas. Una manita que recuerda la de 1994, con Pep en el campo. Los madridistas sólo esperan que se repita la historia y se devuelva en los próximos partidos.


domingo, 21 de noviembre de 2010

Colorín colorado... esta Liga se ha acabado


Barcelona y Real Madrid. Uno de los dos ganará la Liga. Tampoco hay que ser un fiera para darse cuenta de ello, pero siempre queda esa pequeña esperanza dentro de cada uno de ver y disfrutar de una temporada más apasionante que las vistas los últimos años. Si alguno tenía un pequeño resquicio de ilusión, este fin de semana las dos superpotencias futbolísticas se encargaron de hacerlo añicos.

Desde el inicio de la temporada, el 99% de los aficionados al balompié podíamos augurar una Liga bipolar, en la que los dos bloques se enfrentarían aplastando a todos los rivales que se interpusieran en sus caminos, hasta que uno de ellos demostrar su supremacía al otro en los combates directos. Pero el primer mes de competición parecía demostrar que unos pequeños batallones valencianos y villarrealenses no iban a inclinar la rodilla tan fácilmente. El equipo que comanda Unai Emery se convirtió por méritos propios en el líder de la Liga durante las primeras jornadas. Su nueva pareja ofensiva y la resurrección de Joaquín parecían hacer olvidar las figuras de los dos emblemas de la entidad hasta la pasada temporada, David Villa y David Silva. Cinco triunfos y un empate fue el bagaje inicial de los de la ciudad del Turia. Pero llegó el día de la batalla del Camp Nou y otro galló cantó. El Valencia demostró en la primera mitad de la contienda el fútbol que había venido desarrollando hasta la fecha. Pero en la reanudación se vio avasallado por el mejor Barça. Desde entonces no han levantado cabeza, habiendo conseguido los tres puntos en sólo uno de los siguientes cinco choques que han disputado en la competición nacional. Desde ayer, están a 10 puntos del líder y fuera de los puestos Champions, por lo que han quedado descartados en la lucha por la Liga.

Parecido en Castellón
Algo parecido ha vivido el equipo de la provincia de La Plana. El Villarreal es el sorprendente rival más fuerte que se han encontrado Real Madrid y Fútbol Club Barcelona. Pero sigue sin ser suficiente para las superpotencias. En la jornada 10, los Cazorla, Rossi y compañía se encontraban a sólo tres puntos de la cabeza de la clasificación, realizando unos partidos muy notables ante rivales de envergadura como Espanyol, Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao, los cuales solventó sin ningún problema en el Madrigal. Incluso su delantero, Nilmar, era Pichichi de la Liga. Pero otra vez fueron los azulgrana los que bajaron del burro al cuadro amarillo. Y dos jornadas después, en la 12, ya están a ocho del liderato. Como decía ayer Santi Cazorla, al Villarreal no le queda más que consolarse con ser el primero de la 'otra Liga', que se disputa del tercer puesto para abajo. Esa Liga tiene el aliciente del puesto que da acceso directo a la Liga de Campeones al que consiga quedar justo por detrás de Barça y Madrid. Por ahora, ciertamente es el Villarreal el que más papeletas tiene para mantener esa plaza. Si la consigue, deberán sentirse casi tan felices como si hubieran ganado la Liga, porque los otros dos juegan a otra cosa.

Superioridad insultante
Esa otra cosa a la que juegan Real Madrid y Barcelona parece ser a ver quién humilla más al rivales que 'osan' disputarles un partido. Que el Barça le hace un 8 al Almería, pues el Madrid le endosa una manita al Athletic. Y si los de 'Mou' le hacen un set al Racing, los de Guardiola le meten cinco al Sevilla. Es ya algo tradicional. Esta Liga tiene pinta de que ya no van a importar los récords de 99 puntos del año pasado, ahora hay que destrozar los registros goleadores y hundir la moral al pequeño grupo de futbolistas que forman la 'Liga de los otros'. Por ahora llevan ambos clubes 33 goles a favor en tan sólo 12 jornadas disputadas hasta hoy, 21 de noviembre, así que mal camino no llevan.
No sabemos hasta qué punto influirá el reparto del dinero de las plataformas televisivas entre los clubes de fútbol en el rendimiento de Barcelona y Madrid. Puede que mucho, puede que nada. Lo que sí es cierto y parece ya algo inalienable a esta, nuestra Liga española, es que nos quedan muchos años de un duelo a muerte entre las dos superpotencias del fútbol. Para cualquier seguidor de uno u otro equipo puede resultar algo positivo, pero para cualquier seguidor del fútbol en general significa una liga aburrida sin ningún tipo de emoción, más allá de la intrínseca a los 'clásicos'. Y es que pónganse a pensar los dos mejores jugadores por cada puesto en el terreno de juego. Mínimo uno de los dos juega o en el Real Madrid o en el Barcelona.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Culpables por alta traición



Aprovechando que el derbi madrileño por excelencia se disputó ayer, me ha venido a la cabeza el momento en el que José Antonio Reyes le dio, con sus dos goles al Mallorca en la última jornada, la Liga 2006-2007 al Real Madrid de Capello. Quién le iba a decir al extremo utrerano en ese momento que mañana jugaría contra el Madrid y sería uno de los líderes del eterno rival blanco. Este tipo de cambio de aires no ha sido muy común en los últimos años entre Real Madrid y Atlético de Madrid. Posiblemente desde los traspasos de Bernd Schuster del Madrid al Atleti y de Hugo Sánchez en el sentido opuesto no se ha dado un caso demasiado destacable.

Y, además, si tenemos en cuenta que cuando Reyes jugó de blanco pertenecía al Arsenal, podemos decir que el último traspaso real entre ambos clubes se produjo al finalizar la temporada 1999-00 cuando el Atlético traspasó a Santiago Hernán Solari al Madrid.
El Real Madrid también traspasó a José Manuel Jurado al Atlético, aunque tenía ficha como jugador del Castilla en el momento del fichaje. Otros dos jugadores formados en la cantera blanca que pasaron por el Atlético fueron José Antonio García Calvo y Miguel Ángel Ferrer “Mista”, que no tuvo mucha suerte en la Ribera del Manzanares, después de triunfar en Mestalla.
Aunque seguramente el caso más recordado sea el de Raúl. El ex jugador del Real Madrid jugó en las categorías inferiores del Atlético antes de su traspaso al club por entonces presidido por Ramón Mendoza.

El puente aéreo

Posiblemente no haya jugador más odiado por una afición que el que cambia el Real Madrid por el Barcelona o viceversa. Buena cuenta pueden dar de ello jugadores de la talla de Schuster o Luis Enrique. Muchos fueron los que, antes y después de ‘Lucho’, cambiaron la elástica blanca por la culé o la azulgrana por la merengue.En los últimos 15 años el Real Madrid ha contratado a cuatro jugadores con pasado azulgrana, Luis Figo, Albert Celades, Ronaldo y Javier Saviola, por otros tantos madridistas que pasaron a barcelonistas: el propio Luis Enrique, Dani García y Alfonso. Resulta curioso ver hoy en día a varios de estos jugadores lucir la camiseta de su club original a la hora de jugar con los veteranos. Milla juega con el Barcelona y Dani y Alfonso con el Real Madrid.
Italia es traicionera
Aquí en España un traspaso entre los dos grandes enemigos es visto como una catástrofe mundial para el que sufra la pérdida del jugador y, para no hacer sangre, no suele pasar muy a menudo. Pero en Italia es el pan nuestro de cada día. Varios son los jugadores que han llegado a jugar en los tres gigantes italianos. Destacamos en primer lugar a Roberto Baggio, que triunfó con todas las de la ley en la Juventus, consiguiendo incluso un Balón de Oro en 1993, tras proclamarse campeón de la UEFA con los transalpinos. Tras estos maravillosos años, Baggio pasó por el Milán sin pena ni gloria, al igual que por el Inter, donde no volvió a dejar esos destellos del grandísimo arte que poseía con el balón en los pies.


Christian Vieri vivió la misma situación que Baggio, cambiando que el equipo donde triunfó fue en el Inter, club al que llegó después de jugar en Juve, Atlético y Lazio. Años después, ya en su declive profesional, jugó sólo medio año en el Milan.
El último en lograr jugar en los ‘capos’ italianos ha sido Zlatan Ibrahimovic. El sueco dejó la Juventus el año del descenso para fichar por el Inter de Milán, donde ganó cuatro Scudetti seguidos, pero se fue al Barcelona justo cuando los de Mourinho ganaron la Copa de Europa. Este año volvió a Milán, pero para ser un rossonero, esperando reencontrar al gran ‘Ibra’ que se vio en el Inter.
El mismo camino que tomó Baggio, es decir, pasar de la Juventus al Milan fue el que siguió Filippo Inzaghi. Pippo llegó a San Siro en el 2001, después de cuatro años en Turín.


Sonados son también los traspasos entre Inter y Milan, sobre todo en dirección rossonera. Andrea Pirlo y Clarence Seedorf cambiaron de camiseta pero no de estadio en 2001 y 2002 respectivamente, Pirlo previo paso por la Reggina.
Los más traidores
Hay jugadores que no se han contentado con hacer sólo una traición a un equipo, sino que se lo hicieron a dos. El mítico Ronaldo, que durante muchos años fue el legítimo heredero de O Rei Pelé, se ha hecho famoso además por jugar en equipos rivales entre sí. Después de un año en Barcelona, donde se convirtió en el mejor jugador del mundo, Ronaldo fichó por el Inter. En Milán mantuvo los grandes números que lo llevaron a ser el más grande, hasta que una lesión infinita parecía apartarle definitivamente del fútbol. Pero se recuperó y volvió a lograr su máximo nivel en el Mundial de 2002. Y Florentino no podía dejar escapar la perla del Mundial y se lo trajo al Madrid. Primera gran traición de O Fenomeno. Cuando en España se le tildaba de gordo y de fiestero, la puerta del Bernabéu quedó abierta y Ronaldo decidió hacer las maletas y poner de nuevo rumbo a Milán, pero esta vez al AC Milan, completando así el círculo de alta traición.


Un caso del mismo estilo es el del inglés Michael Owen. Desde que era un joven niño, Owen vivió con intensidad el derbi del Merseyside, pero como un hincha del Everton. Pero el primero en darle una oportunidad como futbolista fue el Liverpool, eterno rival de su equipo del alma, por lo que no dudó en cambiar el azul por el rojo. Fue ‘red’ durante trece años, ocho de ellos los pasó en el primer equipo, convirtiéndose en el líder absoluto del Liverpool campeón de la UEFA y de la FA Cup en 2001. Esa gran temporada le valió para ser el Balón de Oro más joven de la historia, al ganarlo con sólo 22 años. Tres años después, los dueños ‘reds’ lo malvendieron al Real Madrid, donde realizó unos grandísimos números, a pesar de entrar casi siempre desde el banquillo. Y tras su paso por el Newcastle, Sir Alex Ferguson reclamó su fichaje para el Manchester United, encarnizado rival del Liverpool.
El índice de traiciones está bajando en los últimos años, quién sabe qué jugador será el próximo en unirse a este selecto club.

sábado, 30 de octubre de 2010

Pequeñas leyendas coperas


Pedro León, que volvía a la que fue su casa, tuvo la mejor oportunidad del encuentro

El Murcia intentará repetir los éxitos que tanto ellos como otros pequeños clubes consiguieron en la Copa del Rey

POR JESÚS GARRIDO Y FERMÍN SAN MARTÍN

El Murcia tiene ante sí la oportunidad más clara en su centenaria historia de eliminar al Real Madrid. El próximo 10 de noviembre, en el Santiago Bernabéu, los chavales de Iñaki Alonso pueden crear un nuevo hito, un “pimentonazo”. Pero la ambición no debe detenerse ahí. Inmerso en la lucha por el ascenso a Segunda, los grana aportarían a la necesitada afición una dosis de entusiasmo que sería como un plato de comida en boca de un hambriento. Numancia, Figueres y Castilla son los ejemplos en los que pueden mirarse el Real Murcia. Todos ellos inscribieron su nombre en la historia de la Copa con letras de oro.

Estadio La Condomina, enero de 2003. El Murcia está luchando por volver a Primera 14 años después. A pesar de que el principal objetivo es la Liga, no descuida la Copa del Rey y sorprendentemente accede a cuartos de final tras eliminar al EuroAlavés de Mané, ganando 1-2 en Mendizorroza, haciendo bueno el empate sin goles de la ida. En la siguiente ronda, el rival es el Deportivo de La Coruña. Este mismo equipo disputaría las semifinales de la Champions League un año después. Los blanquiazules se imponen en la ida por la mínima en el partido disputado en Riazor con un gol de Aldo Duscher, lo que les convierte en claros favoritos. Y más aún cuando dos goles de Tristán en la primera parte de la vuelta parecían sentenciar la eliminatoria. David Karanka redujo distancias antes del intermedio, pero nadie imaginaba lo que pasaría después. Algo les debió decir David Vidal, por entonces técnico grana, para que, tras la reanudación, sus pupilos dieran la vuelta al marcador y estuvieran a un solo gol de pasar de ronda. El partido acaba 4-3 para los locales, que escucharon el pitido final teniendo encerrado al mejor Depor de la historia. “Llegamos con pocas esperanzas y el objetivo era disfrutar, pero nunca olvidaré la reacción del equipo que estuvo a punto de hacernos jugar las semis por primera vez en la historia”, asegura un aficionado murcianista que presenció el partido. Los aficionados esperan, con más corazón que cabeza, que este año se repita la gesta. Próxima parada: Santiago Bernabéu.

La hazaña más recordada

Un espejo en el que se puede mirar el Murcia y muchos otros es el caso del Numancia de Soria en la temporada 1995-1996. Lotina dirigía a unos jugadores liderados por José María Movilla que disputan la Liga en los infiernos de 2ªB. El sorteo le emparejó en primera ronda con el San Sebastián de los Reyes y tras pasar de ronda se enfrentaron a la Real Sociedad. El resultado en ambos encuentros es 2-0, por lo que se llega a la prórroga y, posteriormente, a los penaltis. Tras una tanda infinita de 20 lanzamientos por equipo, Echevarría detuvo el disparo del meta txuri urdin Alberto. En rondas posteriores cayeron otros dos equipos de Primera División: Racing de Santander y Sporting de Gijón. El Numancia era admirado por todo el país. En cuartos de final espera nada menos que el Dream Team de Johann Cruyff, que a pesar de vislumbrar cerca su final, aún tenía esos aires de grandeza que les hicieron ser el mejor equipo del mundo. El resultado final en la eliminatoria de 5-3 para los azulgrana hizo soñar a la pequeña ciudad de Soria, que se despidió en cuartos, pero se quedó con sabor a final.

Figueres, en semifinales

La Unió Sportiva Figueres es un pequeño club de fútbol de la provincia de Gerona. En sus 91 años de historia, el club ha participado en siete ocasiones en la Segunda División y ninguna en la División de Honor, lo que hace pensar que no se ha codeado nunca con los grandes del fútbol nacional. Pero no es del todo cierto. En la temporada 2001-2002, el Figueres, militando en Segunda División B, pasó a ser uno de los equipos más ensalzados de toda España. Desde la segunda eliminatoria, donde echó del torneo al Barcelona dirigido por Carles Rexach, el Figueres demostró que se tomaba muy en serio este torneo. Luego vendría otro ‘primera’ como el Atlético Osasuna, que cayó a manos de los catalanes en los penaltis. En octavos se produjo un duelo de equipos de la División de Bronce, entre el Figueres y el Novelda. Tras eliminar a los valencianos, tocaba el Córdoba, que también sucumbió. El Figueres ya había hecho historia. Se convirtió en el primer conjunto de Segunda B que participaba en unas semifinales de la Copa del Rey. Y pudo ir a más, porque estuvieron a punto de dar otra sorpresa más y eliminar al Deportivo de la Coruña, que sólo pudo imponerse al modesto equipo gerundense por un resultado global de 2-1. El equipo gallego ganaría ese torneo en el Bernabéu en el ‘Centenariazo’

El filial europeo

El mejor ejemplo para el Real Murcia es el Castilla. Cierto es que aquel filial del Real Madrid disputaba la Segunda División y tenía un gran equipo, repleto de jóvenes valores que posteriormente serían determinantes en el esquema del conjunto merengue, como Agustín o Gallego. Pero no cabe duda de que se trataba de un equipo, en teoría, inferior a los que disputaban la liga superior. Sea como fuere, el año 1980 nunca se borrará de la retina de los aficionados madridistas. El Castilla se clasificó para la final de la Copa del Rey, que disputó contra su hermano ‘mayor’, el Real Madrid de Juanito, en el Santiago Bernabéu, como no podía ser de otra manera. El equipo filial elimino hasta cuatro equipos de Primera. Hércules, Athletic de Bilbao, Real Sociedad y Sporting se vieron sorprendidos por la calidad y el atrevimiento de los jóvenes canteranos blancos. Cabe recordar que la Real Sociedad acabó esa temporada como subcampeón del torneo de la regularidad, lo que aporta más mérito si cabe a la gesta conseguida por el Castilla. La final no tuvo más historia. Seis a uno ganaron los mayores, que compartieron el trofeo con los ‘pequeños’ en el centro del campo de la ‘Casa Blanca’. El Castilla se convirtió así en el único filial de la historia en disputar una competición europea, la Recopa.

¿Sueño o utopía?

Para un aficionado murcianista, comparar las plantillas de ambos equipos no serviría más que para olvidar la posibilidad de la victoria. Pero si algo ha demostrado este Murcia hasta el día de hoy es que es muy difícil hacerle goles, algo fundamental si se quiere pasar de ronda. Mantener la misma intensidad en el Santiago Bernabéu que la demostrada en la Nueva Condomina va a ser muy difícil, pero una mala noche la tiene cualquiera, incluso el Real Madrid de Mourinho, que parece infranqueable. Y, si el sueño se cumple, si el Real Murcia pasa de ronda, habrá que mirar hacia delante y afrontar con ambición y hambre las siguientes eliminatorias. Es una oportunidad única para pasar a la historia.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

El síndrome Redondo


Fernando Redondo fue, con Raúl, los dos pilares del Madrid de la Octava

Mucho se está hablando este final de verano sobre la cantidad de defensas centrales que han pasado por el Real Madrid, en un intento por hacer olvidar la figura del gran capitán, Fernando Hierro. Nada menos que ocho han sido los fichajes de Florentino Pérez y Ramón Calderón en esa demarcación (a saber: Samuel, Woodgate, Cannavaro, Metzelder, Pepe, Albiol, Garay, Carvalho), a parte de los fiascos salidos de 'La Fábrica' (Pavón, Raúl Bravo y Mejía).

Pero no menos defectuoso ha sido cubrir la marcha de otro jefazo del vestuario madridista. Fernando Redondo llegó a Madrid en el año 1994 y se consagró, desde su primer partido, como el líder de la medular merengue. Jugador elegante, pero laborioso a más no poder, su labor de contención era aplaudida y admirada por la parroquia blanca. Redondo fue fundamental en las dos primeras Ligas de Campeones conseguidas por el Real Madrid en su última época gloriosa. O con Seedorf, o con Karembeu o sólo, Redondo era el mejor en su puesto. Todavía brilla en la retina de muchos madridistas aquel taconazo que dejó boquiabierto a Henning Berg en aquel 2-3 en Old Trafford.




Raúl marca el 0-3 tras el majestuoso taconazo de Redondo contra el Manchester United en el 2000


Después de la Octava, llegó Florentino Pérez con un Figo debajo del brazo y, como pasó el año pasado, tenía que hacer caja tras dejar en las arcas del Barcelona 10.000 millones de las antiguas pesetas. En ese momento Berlusconi acudió raudo y veloz al Bernabéu y ofreció 3.000 millones por el mediocentro argentino. Y claro, el hoy presidente blanco no puso ningún impedimento. Contra su voluntad, Redondo ponía fin a seis años de comunión con el madridismo. Durante unas semanas después de la venta de Redondo, podían oírse cánticos de los aficionados tipo: "¡¡Figo no, Redondo sí!!" Pero lo hecho, hecho estaba.

Hierro y Makelele pelean por un balón con Linke y Effenberg en los cuartos de Champions del 2002

Comenzaba la terrible búsqueda de un sustituto. Ese mismo año se contrataron a tres centrocampistas procedentes de equipos gallegos: Flavio Conceiçao, del Deportivo y Albert Celades y Claude Makelele, del Celta de Vigo. Sólo este último consiguió asentarse en el equipo. Bueno, bastante más que asentarse. Makelele representaba lo que era Redondo para el Madrid. Robaba innumerables balones, parecía no cansarse nunca. Le faltaba quizás la técnica del argentino, pero su lucha y sus ganas de ganar eran indiscutibles.

Al año siguiente, a estos tres jugadores se les unió una joven promesa argentina de la cantera blanca, Esteban Cambiasso. Había estado cedido en Independiente y River Plate y había deslumbrado al país de la Pampa. Pero nunca tuvo un peso importante en el equipo y dos años después fue traspasado al Inter de Milán, donde lleva seis años siendo un líder.

Gago, Lass, Diarrà y Xabi Alonso, cuatro de los 'sustitutos' de Redondo

En 2003, Makelele era para el Real Madrid un jugador tan importante como Figo, Zidane, Ronaldo o Raúl, por lo que el jugador francés quería que sus emolumentos fueran parecidos a los cracks blancos. Pero Florentino no estaba por la labor. Quien sí resultó estar por la labor fue el dueño del Chelsea, Roman Abramovic, que pagó cerca de 25 millones de euros por el mediocentro. De esta manera, se iba el único de los que hasta ahora se ha parecido al gran Redondo. Desde ese día, han sido muchos los que han intentado suplir a estos dos cracks: Pablo García, Emerson, Mahamadou Diarrà, Fernando Gago, Lassana Diarrà, Xabi Alonso y Sami Khedira. En total, once jugadores del mismo estilo han pasado por el Bernabéu con la intención de hacer olvidar los buenos años de Fernando Redondo en el Real Madrid. No le será fácil a los que aún siguen en el equipo parecerse a la figura del argentino.

domingo, 12 de septiembre de 2010

¿Qué sentido tiene?


  • ¿Qué sentido tiene eliminar de tu vestuario a un grupo de jugadores consolidados, que han dado o darán un gran rendimiento, como es el caso de los holandeses del Real Madrid?

Los cinco holandeses del Madrid, antes de la llegada de Huntelaar

La única explicación que le encuentro al hecho de que la 'nueva' directiva del Real Madrid haya fulminado de casi un plumazo a los seis futbolistas de los Países Bajos de la plantilla, es que todos habían sido fichados por el anterior ejecutivo presidido por Ramón Calderón. No cabe duda de que en el caso de Royston Drenthe, el sentir del madridismo es unánime: debió salir antes, por no decir que nunca debió venir. Pero los otros cinco holandeses tenían hueco en el Real Madrid. Robben y Sneijder, sin ir más lejos, optan claramente al FIFA Balón de Oro de este año, después de haber llegado a la Final de la Champions, la final del Mundial y en el caso del medio del Inter, lograr la Triple Corona. Y no sólo eso, sino que han sido fundamentales en sus equipos.
Si al Madrid, por tradición en los últimos años, le sobra algo, son mediapuntas. Pero no creo que sobrara Rafael Van der Vaart. El bueno de Rafa siempre aportaba algo: claridad en el pase, velocidad en la circulación y goles decisivos.
El caso de los delanteros es discutible, sin duda. Pero ¿quién me va a negar que Van Nistelrooy no aportaría esa dosis extra de goles desde el banquillo que pide Mourinho? Seguramente a Ruud no le molestaría ser suplente y jugar sólo de vez en cuando. Huntelaar, por su parte, es un jugador que demostró que, si se le dan oportunidades, marca muchos goles. Jugó poco y se fue con 8 tantos bajo el brazo. Ustedes verán...

  • ¿Qué sentido tiene vender hace un año a dos jugadores porque hacía falta 'cash' y justo un año después buscar, encontrar y fichar a otros jugadores, por el mismo precio y que juegan en la misma posición?
Robben y Sneijder lucen las elásticas de sus nuevos equipos

Seguimos con el caso 'Holanda'. Hace poco más de un año, el Real Madrid había acometido la mayor inversión de su historia, con los fichajes de Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema y compañía. Resulta evidente que era necesario hacer algo de caja para soportar el gasto realizado. Entonces, la directiva tomó una decisión drástica: traspasar a Arjen Robben y Wesley Sneijder. Por el extremo se obtuvieron 25 millones; por el medio, 15. Se perdieron 23 millones, la diferencia entre el montante del fichaje y el montante de la venta. Sin ellos el Madrid perdió verticalidad y fluidez. Así que una vez acabada la campaña, se vio necesario buscar jugadores de las mismas características. Así que se aprovecharon los 25 millones del traspaso de Robben en el fichaje de Ángel Di María; y los 15 del traspaso de Sneijder en el fichaje de Özil. Son dos jugadores con calidad y jóvenes... algo parecido a lo que eran Robben y Sneijder, con la diferencia de que estos últimos ya estaban consagrados.

  • ¿Qué sentido tiene apostar por la 'cantera' española y fichar, además, a otros jugadores que ocupan la misma posición en el campo?
Özil y Canales luchan un balón con Peña en el Hércules - Real Madrid

Tras varios partidos extraordinarios de Sergio Canales en el Racing, el Real Madrid puso el dinero sobre la mesa para contratarlo. Se veía como una apuesta del equipo blanco por lo español, por lo joven. Y en la pretemporada, después de asegurarse su continuidad en el equipo, Canales se ganó la titularidad. Pero supongo que al Madrid le pareció que se había gastado poco dinero y además, en un hombre con poco nombre. Así que tenía que ir a por la estrella del Mundial. Como ya hiciera en 2002, fichando a Ronaldo, y en 2006, con la incorporación de Cannavaro, el Madrid necesitaba en este 2010 el crack del Mundial. Ese era el alemán Mesut Özil, que juega exactamente en la posición de Canales. Así que apuesten por quién jugará más este año...

  • ¿Qué sentido tiene gastarse 50 millones más Eto'o en Ibrahimovic y echarlo por la puerta de atrás al año siguiente?
Ibrahimovic, a su llegada al aeropuerto de Milán - Malpensa

No voy a entrar a juzgar la actitud del 'filósofo' Guardiola con Zlatan Ibrahimovic porque, sinceramente, la desconozco. Pero no deja de ser curioso que no tenga buen 'feeling' con Eto'o y lo quiera fuera de su equipo después de haber realizado la mejor temporada del Barça en la historia con más de 30 goles y, para reemplazarlo, se gaste una millonada en el sueco que, vaya por donde, tampoco le cae bien. Tampoco voy a defender al delantero de origen bosnio, porque tiene toda la pinta de ser un chulo hecho y derecho. Pero ha metido 21 goles oficiales que, si los sumas a los 47 de Lionel Messi, creo que se convierten en una grandísima cantidad de puntos. En mi humilde opinión, no se le podía pedir más a Zlatan. Marcaba, asistía, se desmarcaba... Parece extraño, pero le vino mal tener al lado al mejor del mundo.


Hasta aquí la primera edición de ¿Qué sentido tiene? En próximas ediciones veremos más dudas inexplicables del mundo del fútbol.

martes, 20 de julio de 2010

Los fichajes del Barça


Por todos los que amamos el fútbol es sabido que cada uno de nosotros lleva dentro, durante la temporada, un pequeño entrenador, que haría jugar a los jugadores según nuestro criterio personal, y los colocaría como a nosotros nos parece. También tenemos un pequeño seleccionador que en época de Mundiales y Eurocopas decide cuál sería la lista que nos llevaríamos a dicha cita balompédica. Y en verano, como no puede ser de otro modo, tenemos un pequeño ojeador y un director deportivo que decide los fichajes que haríamos para nuestro equipo.

Dani Alves muestra el escudo del Barcelona el día de su presentación

En este caso, nos vamos a centrar en este último, el ojeador. Más precisamente, en el ojeador que yo llevo dentro. Hace bastante tiempo que dije a mis amigos, tertulianos de interminables conversaciones sobre fútbol, que el Real Madrid debía fichar a Dani Alves. Es un jugador que, sinceramente, me cae gordo, pero porque nunca ha jugado en mi equipo. Es de los mejores del mundo en su posición, sin duda. Estuve todo un verano insistiendo (interiormente, claro) a Ramón Calderón para que trajera al '4' del Sevilla. Pero nada, no pasó nada, se quedó en Nervión. Al año siguiente, fue el Barcelona el que se interesó por su fichaje y, sin ningún quebradero de cabeza, acabó en Can Barça, convirtiéndose en uno de los principales pilares sobre los que se asentó el hexacampeón.

David Villa posa en el Camp Nou cuando se oficializó su fichaje

Un año después del intento infructuoso de Calderón por fichar a Alves, me surgió otra necesidad. El Madrid debía fichar a David Villa. El ex presidente blanco probó por todos los medios traerse al gran delantero de Tuilla. Ofreció diferentes tipos de trueque, pero nada, no hubo opción y el máximo goleador del Mundial se quedó en Valencia. El caso de Villa ha sido más doloroso según pasaba el tiempo, porque cada vez parecía más cercana su llegada a Concha Espina, pero no era nada más lejos de la realidad. El verano galáctico, el pasado, en el que el actual presidente madridista se gastó más de 200 millones de euros para no ganar nada, el diario Marca anunciaba en su portada la contratación de David Villa por el Real Madrid. De hecho, decía que el Madrid había conseguido un triplete, por los fichajes de Kaká, Cristiano Ronaldo y Villa. Pero no era real, Villa siguió en Mestalla. Hasta hace poco. Como quien no quiere la cosa, llegó Joan Laporta, en sus últimos días como presidente del Barcelona y ofreció 40 millones por el asturiano. Llorente, presidente del Valencia, aceptó y Villa acabó vistiéndose de azulgrana. Otro fichaje soñado para el Madrid que acaba en el Barcelona.

Adriano estrecha la mano de Sandro Rosell en los aledaños del Camp Nou

Pero la gota que colma el vaso es Adriano. Pocos me han oído hablar de esto, pero llevo tiempo pensando que Adriano habría sido un gran fichaje para el Real Madrid. Al equipo de Mourinho le falta un lateral izquierdo de garantías. Además, el brasileño es de los jugadores más polivalentes que hay en el mercado y no está exento de calidad individual. Veo como el Madrid se interesaba por el tal Van der Wiel, por Kolarov, por Maicon... Adriano es bueno, bonito y barato. Yo, como pobre inocente que sólo se entera de las cosas por la prensa deportiva nacional, no pensaba que Adriano fuera a moverse del Sevilla. Pero de repente, Rosell sorprende a todos y ficha al lateral-mediocampista. Gran acierto por su parte, sin duda alguna. Ahora tendrá un suplente de lujo tanto para Alves como para Abidal.

En fin, yo no digo que sea un grandísimo ojeador y que deberían echar a Valdano para ponerme a mí. Con ésto sólo estoy queriendo decir que la mejor liga del mundo, señoras y señores, es la nuestra. Por lo tanto, aquí están los mejores jugadores del mundo, los que hay que fichar si se quiere ser el mejor. Ni Kolarov, ni Müller, ni Özil. Jugadores en España, por favor. En resultado está claro.

miércoles, 7 de julio de 2010

Mundial de Sudáfrica 2010


(Hoy abrimos la veda a la participación de los colaboradores en La Línea de Cal. Sosiegas nos ofrece su especial visión sobre el Mundial de fútbol.)
Por Manuel Antonio Fernández Reinón
El fútbol
Ganar o perder es cuestión de un detalle afortunado. Jugar bien, no. Jugar bien tendría que ser innegociable. Lo peor de perder es la odiosa sensación de vacío. Y como perder es una posibilidad real, jugar bien es lo único que asegura una modesta satisfacción incluso en la desgracia.{1}
No empezaré con ninguna novedad. Este Mundial ha sido pobre futbolísticamente, si entendemos lo futbolístico como muestra armónica de varios factores, entre ellos el talento, el espectáculo y la efectividad.
Cuando sólo uno de ellos es considerado importante, el fútbol deja de serlo un amplio porcentaje, y rara vez el sacrificado no es uno de los dos primeros. El querer asegurar la victoria a toda costa provoca una obsesión por no encajar goles, lo cual hace olvidar que, para ganar, hay que marcar más que el otro. El fútbol ofensivo se relega a lo espontáneo, a lo anecdótico, a la ocasión excepcional, para centrarse únicamente en la rigidez defensiva y en no correr riesgos. Esto no favorece que el talento fluya, se muestre, y por tanto el espectáculo es totalmente inexistente.
El problema radica en la mentalidad resultadista que, si bien pudiera ser ligeramente comprensible en los entrenadores, pues éstos tienen el deber de conseguir resultados, es totalmente suicida en los autodenominados “aficionados al fútbol”. El aficionado a un deporte quiere ver las cualidades, las habilidades y la técnica necesarias para llevarlo a cabo satisfactoriamente, no una liturgia sosa y aburrida de movimientos que no sólo anulan el propio juego, sino que pretenden anular la intención del contrario por llevarlo a cabo.
Pero el discurso ya está servido y masticado. El fútbol bonito es una quimera, cosa de románticos que viven alejados de la implacable y dura realidad. Lo que importa es ganar, ganar, ganar… aunque el modo en el que se gane deje de importarle a nadie. Se me ocurre un claro paralelismo con la evolución de la música, ya que todo arte es muestra del estado y contexto en el que se desarrolla. Los mismos factores que valoro en el fútbol fueron los que durante cierto tiempo constituyeron la columna vertical de la música, factores que hoy en día se han relegado a excepciones con la excusa del resultado: ganancia inmediata, negocio fácil. Mirad, si no lo creéis, quiénes han hecho las canciones oficiales del Mundial. This time for Africa, dicen, como si los beneficios fueran a quedarse para las gentes de allí...
En definitiva, esto es lo que se ha visto en este Mundial. Un fútbol poco apetecible para aficionados conformistas (sí, esos que terminan aplaudiendo un despeje bien hecho porque no hay ninguna otra cosa que aplaudir). La excepción la conforman precisamente quienes se van a ver las caras en la semifinal de hoy: Alemania y España. Esperemos que, como parece, el balón (por defectuoso que sea) aprecie más a quien lo mima que a quien lo maltrata, luzca la bandera que luzca.
El meta-fútbol
En los alrededores de lo que he comentado más arriba es donde se mueve todo lo que realmente importa en el fútbol profesionalizado. Muchos, como expresan Eduardo Galeano y otros tantos {2}, nos sentimos extraños y disgustados con nosotros mismos al disfrutar algo cuyo fondo huele tan mal. Y es que el fútbol es el espejo donde se refleja claramente el estado del mundo.
“El espectáculo entendido en su totalidad es a la vez el proyecto y el resultado del modo de producción existente. No es un suplemento del mundo real, una decoración sobreañadida. Es el núcleo del irrealismo de la sociedad real. Bajo todas sus formas particulares –información o propaganda, publicidad o consumo directo de diversiones– el espectáculo constituye el modelo actual de vida socialmente dominante. Es la omnipresente afirmación de una opción ya efectuada en la producción, es su consumación consecuente. La forma y el contenido del espectáculo son, del mismo modo, la justificación total de las condiciones y de los fines del sistema existente.”{3}
Guy Debord, en su obra La sociedad del espectáculo, ya nos explicó el método por el que funcionan las cosas bajo el prisma del capitalismo y su hijo mayor, el productivismo. Ciertamente, el fútbol no escapa a esa dinámica, más bien la refuerza y nos sirve como auténtico paradigma de ella. El fútbol hace más por el patrioterismo que cualquier guerra histórica; la apatía, la ceguera y el conformismo políticos son apuntalados por una sociedad del espectáculo en la que el fútbol y todo lo que le rodea en los medios y los mercados es parte ejemplar.
El Campeonato del Mundo de Fútbol recrea un escenario que sirve de estrategia a los Centros de Poder (empresas multinacionales, centros financieros, conglomerados mediáticos…) para asentar unas relaciones de jerarquía y dominación que representan y reactivan prácticas por las cuales se genera un imaginario colectivo que cimenta las bases de una identidad individual y colectiva que da salida a una lógica sociocultural que permite inscribirse en la mitología diseñada por la élite capitalista.{4}
http://img710.imageshack.us/img710/7901/futebolhorror.jpg
Los idolatrados y multimillonarios jugadores que compiten, los infelices negritos que se divierten con cualquier cosa y bailan y tocan las trompetas, las mujeres cumpliendo fielmente su rol de animadoras del cotarro jugando su propia competición {5}, y tantos etcéteras agregables.
"Junto con la televisión, es la suprema solución al inveterado dilema de nuestros amos políticos: ¿qué hay que hacer con ellos –nosotros–, cuando no están trabajando?" {6}
Realmente, quien esté cómodo en este sistema de cosas dará más importancia la primera sección de este escrito que a la segunda. Cada uno es como es, dicen…
Notas
1: El abrelatas (artículo en El País)
2:
¿El opio de los pueblos? / Copa del Mundo: ¿diversión o maniobra diversiva de masas?
3 y 4:
El Camponato del Mundo de fútbol analizado en Decrecimiento.org
5:
Las novias de los futbolistas calientan motores / Larissa Riquelme sigue rentabilizando el Mundial / cualquier galería fotográfica del Mundial
6:
El fútbol, ese leal amigo del capitalismo

martes, 6 de julio de 2010

Alemania, o la misma historia de siempre



Mesut Özil, en un partido de la selección alemana

Un sabio del fútbol dijo una vez: "El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y gana Alemania". Y la verdad es que no iba mal encaminado. De las 18 ediciones disputadas de la Copa del Mundo, Alemania ha jugado la final en siete ocasiones, siendo el que más ha jugado, junto a Brasil, con la diferencia de que la Canarinha no ha jugado nunca tres finales consecutivas, algo que sí hizo Alemania: en 1982 perdió la final contra Italia en Madrid; cuatro años después se repitió la historia en México'86 contra la Argentina de Maradona; pero en 1990 se resarció ganando su tercera estrella ante los argentinos en Italia.

Joachim Löw ha conseguido armar un equipo capaz de jugar muy bien al fútbol

Pero lo curioso es que Alemania, normalmente, no entra en las quinielas de casi nadie para hacer algo importante en las competiciones de naciones. ¿Quién daba un duro porque Alemania llegase a la final de Viena? ¿O quién hubiera apostado porque esta joven e inexperta selección germana estuviera donde siempre, en semifinales? Seguramente, unos cuantos locos. Pero ahí están. Y no porque estén haciendo el típico juego alemán, rocoso y fuerte, sin muchos alardes. Más bien todo lo contrario. Esta selección dirigida por Joachim Löw se caracteriza por el toque, por las jugadas rápidas y bien hiladas y por la velocidad. Las nuevas perlas alemanas, Mesut Özil y Thomas Müller han dado al equipo algo que no tenía con el capitán, Michael Ballack: rapidez, profundidad y gol. Además, la nueva situación en el mediocampo de Bastian Schweinsteiger aporta la misma pegada de Torsten Frings, pero con la soltura que da a ese puesto un interior reconvertido.



Jens Lehmann ve como entra el balón de Torres en la final de la Euro'08

Alemania - España, dos años después
Otro gran sabedor de esto del balompié afirmó que cuando Alemania juega mal, llega a la final, y cuando juega bien, la gana. Desde el momento en el que el balón de Villa dejó de dar en los postes para convertirse en gol, deseé que esa frase no se convirtiese en realidad. España tiene ante sí la oportunidad de convertirse definitivamente en una grande del mundo del fútbol. Porque es cierto que estamos todos muy contentos de jugar la semifinal de un Mundial por primera vez, pero como bien dijo el máximo goleador de la competición, David Villa, si no ganamos la Copa, no hemos hecho nada.

Para España, jugar contra Alemania recuerda a Viena. Nos trae un rico olor a Eurocopa, a cita con la Historia, al momento de matar a los fantasmas y sentirnos grandes. Pero mucho ha cambiado en tan poco tiempo. Sobre todo Alemania. Como se ha comentado, ya no es ese equipo lentorro, aburrido y previsible. Ahora es la que mejor está jugando, algo que se le presuponía a la selección de Vicente del Bosque. Que no seamos nosotros los que mejor estamos jugando tiene una doble visión, una positiva y una negativa. La positiva es que ninguno o muy pocos campeones del mundo ganaron la Copa jugando de manera atractiva, haciendo muchos goles y dando espectáculo. La negativa, es que esa tendencia pareció cambiar en la Eurocopa, porque en esa edición si ganó el que mejor jugó.

Un apunte más. Históricamente, los campeones siempre han tenido una eliminatoria sufrida hasta la prórroga o los penaltis... quién sabe si será el partido del miércoles (aunque con los tres penaltis que se vieron contra Paraguay la verdad es que debería bastar).