jueves, 14 de junio de 2012

Italia no sentencia y se complica

Publicado en el Magazine de Martí Perarnau.


1.- Cuando un equipo cuenta con un jugador de clase mundial capaz de decidir partidos, el rival suele tratar de reducir su influencia con un marcaje al hombre, lo más pegajoso posible cada vez que recibe el balón una vez atravesada la línea de campo propio. Esa fue la idea de Slaven Bilić, que quiso mermar la función de creador de juego de Andrea Pirlo, al que consideró no sin razón el futbolista más peligroso de Italia. Pero por desgracia para los croatas y para alegría del fútbol, no ha podido incordiarlo a balón parado. El golazo del juventino hacía justicia a una primera parte con dominio alterno pero en la que Italia creó muchas más ocasiones de peligro que los balcánicos.

2.- Los dos equipos confiaron en los mismos jugadores que comenzaron los partidos en la primera jornada, haciendo caso a la ley no escrita que afirma que si algo funciona, mejor no tocarlo. Aunque el único punto con el que cuenta Italia puede hacer pensar que no consiguió ofrecer su mejor versión, lo cierto es que la primera parte del choque contra España la azzurra dominó al equipo español y gozó de numerosas ocasiones de gol. Por su parte, Croacia ganó con comodidad a Irlanda y no había motivos para dudar de los futbolistas que lo consiguieron.

3.- Antes del gol, Croacia estaba controlando la situación. No sólo intentaba y conseguía hacer desaparecer a Pirlo, sino que Bilić también mandó molestar a Claudio Marchisio. El turinés tiene mucho menos nombre que su compañero de equipo, pero tanto la Juventus en la Serie A como Italia en este Europeo dependen en gran parte de la movilidad y capacidad asociativa de Marchisio. Cuando aparecía, congeniaba con inteligencia y precisión con los dos hombres de arriba, además de incrustarse en la delantera para aprovechar los espacios que dejaban los movimientos de Balotelli y Cassano, que caían continuamente a las bandas.

lunes, 11 de junio de 2012

La inmortalidad de Shevchenko

Publicado en el Magazine de Martí Perarnau.


1.- El 3 de marzo de 1999, Europa vio nacer a una estrella. El Bernabéu sufrió a un chaval llamado Andriy Shevchenko, autor de un gol que ponía en ventaja al Dinamo de Kiev en los cuartos de la Champions League. Dos semanas después, el mismo delantero ucraniano se encargó de cerrar la eliminatoria para meter a su equipo en unas históricas semifinales. Hoy, trece años después, Shevchenko ha vuelto a ser el héroe de todo su país.

2.- Los nervios de ‘Sheva’ en la banda esperando el pitido final después de ser sustituido parecen exagerados, en definitiva sólo es una victoria. Pero significan mucho más que eso. Ucrania es un equipo en una decadencia evidente que, de no ser anfitrión, podría muy probablemente no haber disputado la Eurocopa. Además, estar en la fase de grupos con Francia e Inglaterra hace pensar que la clasificación es poco menos que imposible. Pero tras remontar a Suecia, el rival más débil de los otros tres pero superior a los ucranianos, están a un triunfo de los cuartos. Los jugadores vestidos de amarillo eran conscientes de la importancia del duelo y por ello estuvieron con una intensidad muy superior durante la mayor parte del choque.

3.- A pesar de la teórica superioridad sueca en el papel, los hechos demostraron que su dependencia en Ibrahimovic roza el extremo. Cada jugada de peligro tenía que pasar obligatoriamente por el delantero del Milán, aumentando el descontento de Ibra con sus compañeros cada vez que el balón no le llegaba a su gusto. Pero lo cierto es que las únicas jugadas de peligro que crearon eran en gran parte gracias a él. Ni Källström ni Elm correspondieron el esfuerzo de Ibra, que muy probablemente será criticado por falta de implicación, algo que en mi opinión le sobró.