viernes, 25 de febrero de 2011

The blue Kid


Unas semanas después, con tiempo para la reflexión, toca dar un repaso al que ha sido, sin lugar a dudas, el traspaso del año en el mundo futbolístico.

His armband said he was a red, (su brazalete decía que él era un rojo), cantaba The Kop a su niño mimado. No se referían precisamente a sus ideologías políticas, sino más bien al color de su zamarra, roja. Un red del Liverpool. Fernando Torres, ese chico humilde de Fuenlabrada decidió hacerse mayor y cogió su maleta para buscarse las habichuelas en la ciudad de Paul McCartney y sus amigos. La ciudad roja de la calle de Anfield esperaba ansiosa la llegada de un nuevo habitante. The Kid pronto comenzó a hacer amigos en el Merseyside, se los ganaba a pulso, la verdad. Con su entrega, sus goles y su amor por el rojo lo alzaron al altar que parecía tener monopolizado el gran capitán, Steven Gerrard. No es fácil anotar 81 tantos en tan sólo 142 partidos oficiales. Tan difícil es que Torres, con esa estadística, se ha convertido en el jugador con mejor promedio goleador de la Premier League. No es el único record que ha batido en sus tres años y medio en Liverpool, ni mucho menos. Hasta 36 marcas ha mandado a hacer puñetas el delantero madrileño. Recuerden, sólo en tres años y medio. Sabiendo esto, es absolutamente comprensible el amor de sus seguidores le tenían. Y digo seguidores porque no sólo eran los reds quienes sentían devoción por Torres. Era el jugador que más camisetas vendía en toda la Gran Bretaña, con su correspondiente ‘9’ a la espalda. Pero todo esto se acabó.

Su aventura en el norte de la isla no era tan bonita como parecía. El Liverpool tenía buenos jugadores, una plantilla digna de luchar por ser el mejor equipo de Inglaterra… pero no lo conseguía. Los grandes pilares estaban deseosos de títulos, de gloria, y veían como en Anfield no lo iban a conseguir. El primero en abandonar el barco fue Xabi Alonso. El de Tolosa comenzó a tener problemas con el entrenador Rafa Benítez y puso rumbo a Madrid con el objetivo de volver a ganar algo, aunque por ahora no le vaya muy bien al respecto. El traspaso de Xabi molestó al ‘Niño’, que pidió remediar su traspaso con alguien igual o mejor que el mediocentro. El club contrató al romano Alberto Aquilani, pero las lesiones impidieron que siguiera la gran proyección que apuntaba. Otro año sin títulos y encima fuera de la Champions. Torres avisó a la directiva red que su continuidad dependía de que el club contratara jugadores que ayudaran al equipo a luchar por la liga. No sólo no fue así, sino que al final del mercado de fichajes, vendieron a otro de los pilares, Javier Mascherano al Barcelona. Y no ficharon a ninguno de esos ‘cracks’ que pedía el madrileño. Torres quería salir. Pero las ofertas que llegaron tanto del Chelsea como del Manchester City fueron rechazadas por los dueños.

El 2011 supondría la sentencia definitiva. El City se retiró de la puja por Torres tras contratar al delantero bosnio Edin Dzeko del Wolfsburgo. Parecía que Fernando terminaría la temporada en Liverpool. Pero llegó el ruso y puso 50 millones de libras en el despacho de los jefes de Anfield. Torres no sabía si se trataba de un rumor, de una sospecha o si de verdad Roman Abramovich estaba intentando ficharle. Una llamada de un amigo (suponemos que de Yossi Benayoun, ex compañero de Torres en el Liverpool, con quien se ha vuelto a encontrar en Londres) le convenció de que Abramovich iba en serio. El Liverpool le decía que no le iba a vender, que era la estrella y que iban a hacerle un equipo a la medida… pero mientras fichaba a Luis Suárez, del Ajax y a Andy Carroll, del Newcastle, uno de los máximos goleadores de la Premier. Así que se decidió. Se fue a Londres el mismo día 31 de enero, poco antes de que se cerrara el plazo de fichajes. Ahora tiene que luchar por ser un jugador importante en una plantilla llena de ‘cracks’. Tiene la ventaja de que la gran mayoría de ellos tiene o está cerca de los 30 años. Anelka, Drogba, Lampard, Terry, Cech… todos están ya mayorcicos. Aunque bueno, eso también tiene una importante desventaja. Están ya todos al final de su carrera y la calidad va hacia abajo. De hecho, el Chelsea ya prácticamente no tiene opciones de ganar la Liga. El fichaje de Torres es una seria apuesta de Ancelotti de cara a la Champions League. A partir de ahora, toca esperar a ver si el Chelsea hace los fichajes que el Liverpool le prometió.