miércoles, 7 de julio de 2010

Mundial de Sudáfrica 2010


(Hoy abrimos la veda a la participación de los colaboradores en La Línea de Cal. Sosiegas nos ofrece su especial visión sobre el Mundial de fútbol.)
Por Manuel Antonio Fernández Reinón
El fútbol
Ganar o perder es cuestión de un detalle afortunado. Jugar bien, no. Jugar bien tendría que ser innegociable. Lo peor de perder es la odiosa sensación de vacío. Y como perder es una posibilidad real, jugar bien es lo único que asegura una modesta satisfacción incluso en la desgracia.{1}
No empezaré con ninguna novedad. Este Mundial ha sido pobre futbolísticamente, si entendemos lo futbolístico como muestra armónica de varios factores, entre ellos el talento, el espectáculo y la efectividad.
Cuando sólo uno de ellos es considerado importante, el fútbol deja de serlo un amplio porcentaje, y rara vez el sacrificado no es uno de los dos primeros. El querer asegurar la victoria a toda costa provoca una obsesión por no encajar goles, lo cual hace olvidar que, para ganar, hay que marcar más que el otro. El fútbol ofensivo se relega a lo espontáneo, a lo anecdótico, a la ocasión excepcional, para centrarse únicamente en la rigidez defensiva y en no correr riesgos. Esto no favorece que el talento fluya, se muestre, y por tanto el espectáculo es totalmente inexistente.
El problema radica en la mentalidad resultadista que, si bien pudiera ser ligeramente comprensible en los entrenadores, pues éstos tienen el deber de conseguir resultados, es totalmente suicida en los autodenominados “aficionados al fútbol”. El aficionado a un deporte quiere ver las cualidades, las habilidades y la técnica necesarias para llevarlo a cabo satisfactoriamente, no una liturgia sosa y aburrida de movimientos que no sólo anulan el propio juego, sino que pretenden anular la intención del contrario por llevarlo a cabo.
Pero el discurso ya está servido y masticado. El fútbol bonito es una quimera, cosa de románticos que viven alejados de la implacable y dura realidad. Lo que importa es ganar, ganar, ganar… aunque el modo en el que se gane deje de importarle a nadie. Se me ocurre un claro paralelismo con la evolución de la música, ya que todo arte es muestra del estado y contexto en el que se desarrolla. Los mismos factores que valoro en el fútbol fueron los que durante cierto tiempo constituyeron la columna vertical de la música, factores que hoy en día se han relegado a excepciones con la excusa del resultado: ganancia inmediata, negocio fácil. Mirad, si no lo creéis, quiénes han hecho las canciones oficiales del Mundial. This time for Africa, dicen, como si los beneficios fueran a quedarse para las gentes de allí...
En definitiva, esto es lo que se ha visto en este Mundial. Un fútbol poco apetecible para aficionados conformistas (sí, esos que terminan aplaudiendo un despeje bien hecho porque no hay ninguna otra cosa que aplaudir). La excepción la conforman precisamente quienes se van a ver las caras en la semifinal de hoy: Alemania y España. Esperemos que, como parece, el balón (por defectuoso que sea) aprecie más a quien lo mima que a quien lo maltrata, luzca la bandera que luzca.
El meta-fútbol
En los alrededores de lo que he comentado más arriba es donde se mueve todo lo que realmente importa en el fútbol profesionalizado. Muchos, como expresan Eduardo Galeano y otros tantos {2}, nos sentimos extraños y disgustados con nosotros mismos al disfrutar algo cuyo fondo huele tan mal. Y es que el fútbol es el espejo donde se refleja claramente el estado del mundo.
“El espectáculo entendido en su totalidad es a la vez el proyecto y el resultado del modo de producción existente. No es un suplemento del mundo real, una decoración sobreañadida. Es el núcleo del irrealismo de la sociedad real. Bajo todas sus formas particulares –información o propaganda, publicidad o consumo directo de diversiones– el espectáculo constituye el modelo actual de vida socialmente dominante. Es la omnipresente afirmación de una opción ya efectuada en la producción, es su consumación consecuente. La forma y el contenido del espectáculo son, del mismo modo, la justificación total de las condiciones y de los fines del sistema existente.”{3}
Guy Debord, en su obra La sociedad del espectáculo, ya nos explicó el método por el que funcionan las cosas bajo el prisma del capitalismo y su hijo mayor, el productivismo. Ciertamente, el fútbol no escapa a esa dinámica, más bien la refuerza y nos sirve como auténtico paradigma de ella. El fútbol hace más por el patrioterismo que cualquier guerra histórica; la apatía, la ceguera y el conformismo políticos son apuntalados por una sociedad del espectáculo en la que el fútbol y todo lo que le rodea en los medios y los mercados es parte ejemplar.
El Campeonato del Mundo de Fútbol recrea un escenario que sirve de estrategia a los Centros de Poder (empresas multinacionales, centros financieros, conglomerados mediáticos…) para asentar unas relaciones de jerarquía y dominación que representan y reactivan prácticas por las cuales se genera un imaginario colectivo que cimenta las bases de una identidad individual y colectiva que da salida a una lógica sociocultural que permite inscribirse en la mitología diseñada por la élite capitalista.{4}
http://img710.imageshack.us/img710/7901/futebolhorror.jpg
Los idolatrados y multimillonarios jugadores que compiten, los infelices negritos que se divierten con cualquier cosa y bailan y tocan las trompetas, las mujeres cumpliendo fielmente su rol de animadoras del cotarro jugando su propia competición {5}, y tantos etcéteras agregables.
"Junto con la televisión, es la suprema solución al inveterado dilema de nuestros amos políticos: ¿qué hay que hacer con ellos –nosotros–, cuando no están trabajando?" {6}
Realmente, quien esté cómodo en este sistema de cosas dará más importancia la primera sección de este escrito que a la segunda. Cada uno es como es, dicen…
Notas
1: El abrelatas (artículo en El País)
2:
¿El opio de los pueblos? / Copa del Mundo: ¿diversión o maniobra diversiva de masas?
3 y 4:
El Camponato del Mundo de fútbol analizado en Decrecimiento.org
5:
Las novias de los futbolistas calientan motores / Larissa Riquelme sigue rentabilizando el Mundial / cualquier galería fotográfica del Mundial
6:
El fútbol, ese leal amigo del capitalismo

martes, 6 de julio de 2010

Alemania, o la misma historia de siempre



Mesut Özil, en un partido de la selección alemana

Un sabio del fútbol dijo una vez: "El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y gana Alemania". Y la verdad es que no iba mal encaminado. De las 18 ediciones disputadas de la Copa del Mundo, Alemania ha jugado la final en siete ocasiones, siendo el que más ha jugado, junto a Brasil, con la diferencia de que la Canarinha no ha jugado nunca tres finales consecutivas, algo que sí hizo Alemania: en 1982 perdió la final contra Italia en Madrid; cuatro años después se repitió la historia en México'86 contra la Argentina de Maradona; pero en 1990 se resarció ganando su tercera estrella ante los argentinos en Italia.

Joachim Löw ha conseguido armar un equipo capaz de jugar muy bien al fútbol

Pero lo curioso es que Alemania, normalmente, no entra en las quinielas de casi nadie para hacer algo importante en las competiciones de naciones. ¿Quién daba un duro porque Alemania llegase a la final de Viena? ¿O quién hubiera apostado porque esta joven e inexperta selección germana estuviera donde siempre, en semifinales? Seguramente, unos cuantos locos. Pero ahí están. Y no porque estén haciendo el típico juego alemán, rocoso y fuerte, sin muchos alardes. Más bien todo lo contrario. Esta selección dirigida por Joachim Löw se caracteriza por el toque, por las jugadas rápidas y bien hiladas y por la velocidad. Las nuevas perlas alemanas, Mesut Özil y Thomas Müller han dado al equipo algo que no tenía con el capitán, Michael Ballack: rapidez, profundidad y gol. Además, la nueva situación en el mediocampo de Bastian Schweinsteiger aporta la misma pegada de Torsten Frings, pero con la soltura que da a ese puesto un interior reconvertido.



Jens Lehmann ve como entra el balón de Torres en la final de la Euro'08

Alemania - España, dos años después
Otro gran sabedor de esto del balompié afirmó que cuando Alemania juega mal, llega a la final, y cuando juega bien, la gana. Desde el momento en el que el balón de Villa dejó de dar en los postes para convertirse en gol, deseé que esa frase no se convirtiese en realidad. España tiene ante sí la oportunidad de convertirse definitivamente en una grande del mundo del fútbol. Porque es cierto que estamos todos muy contentos de jugar la semifinal de un Mundial por primera vez, pero como bien dijo el máximo goleador de la competición, David Villa, si no ganamos la Copa, no hemos hecho nada.

Para España, jugar contra Alemania recuerda a Viena. Nos trae un rico olor a Eurocopa, a cita con la Historia, al momento de matar a los fantasmas y sentirnos grandes. Pero mucho ha cambiado en tan poco tiempo. Sobre todo Alemania. Como se ha comentado, ya no es ese equipo lentorro, aburrido y previsible. Ahora es la que mejor está jugando, algo que se le presuponía a la selección de Vicente del Bosque. Que no seamos nosotros los que mejor estamos jugando tiene una doble visión, una positiva y una negativa. La positiva es que ninguno o muy pocos campeones del mundo ganaron la Copa jugando de manera atractiva, haciendo muchos goles y dando espectáculo. La negativa, es que esa tendencia pareció cambiar en la Eurocopa, porque en esa edición si ganó el que mejor jugó.

Un apunte más. Históricamente, los campeones siempre han tenido una eliminatoria sufrida hasta la prórroga o los penaltis... quién sabe si será el partido del miércoles (aunque con los tres penaltis que se vieron contra Paraguay la verdad es que debería bastar).

jueves, 3 de junio de 2010

¿Tan malo es Zlatan?


Muchos son los que este año han criticado a más no poder al sueco del Barcelona. Que si es lento, que si no marca, que si no sirve para el juego de Pep... Chorradas.

Zlatan Ibrahimovic es de lo mejor que hay ahora mismo en el panorama futbolístico. Es dificilísimo ser tan completo como el sueco-balcánico. Y es que a Ibrahimovic no le falta ni una sola de las cualidades que se le piden a los mejores jugadores del mundo: es rápido, es muy ágil a pesar de rozar los dos metros, tiene unas cualidades técnicas al alcance de muy pocos (sólo os recuerdo, por ejemplo, la asistencia de tacón a Pedro contra el Mallorca), tiene gol y buen juego en equipo. En cierto modo, es normal que se critique su rendimiento después de haber costado unos 80 millones de euros (50 más Eto'o), pero la parroquia culé debe recordar que es un año de adaptación. Zlatan acaba de llegar de Italia y no es fácil adaptarse al cambio de fútbol. De hecho, recuerdo muy pocos (Panucci, Seedorf, Roberto Carlos y poco más) futbolistas que venidos del país de los Apeninos a nuestra tierra hayan hecho un gran primer año.
(Imagen: Zlatan Ibrahimovic en su debut con el Barcelona en el Trofeo Joan Gamper contra el Manchester City)




Asistencia de tacón de Ibrahimovic para que Pedro marcara ante el Mallorca

A pesar de las críticas, los números de Ibrahimovic en el Barcelona no son de un delantero mediocre, como se le ha tildado. 21 goles en todas las competiciones son un grandísimo aporte, teniendo en cuenta que tiene al lado al mejor del mundo, Lionel Messi, que ha marcado más de 40. Ya son 60 goles entre sólo dos futbolistas, sólo igualado por la dupla formada por Cristiano Ronaldo e Higuaín en el Real Madrid, que entre ambos han anotado 62 goles. La temporada de Ibrahimovic se tiene que ver en términos generales, no por sus últimos partidos. Todo el mundo tiene una mala racha... y todo el mundo tiene mala memoria. Porque yo no sé por qué la gente ha olvidado que Ibrahimovic empezó marcando al menos un gol en las cinco primeras jornadas, que entró en el partido contra el Madrid en el Camp Nou y marcó el gol de la victoria para el Barça.

David Villa, el día de su presentación como jugador azulgrana

La llegada de Villa puede echar a Ibrahimovic del Barcelona. Porque el Guaje es un delantero centro, un matador de área y no podría jugar con Ibrahimovic comiéndole su terreno y desperdiciar a Villa en una banda sería un sacrilegio futbolístico. El nuevo presidente culé tendrá la última palabra, pero si decide vender, se estará convirtiendo en un Real Madrid de la vida, es decir, tienes a un jugador que te hace una temporada relativamente buena y fichas a otro por un pastón para hacer lo mismo. Ellos sabrán.

La Canarinha más floja desde el 94


Luis Fabiano, Robinho y Kaká celebran un gol a Uruguay en la fase de clasificación para el Mundial

Diga lo que diga la gente, Brasil no es la de siempre. Le falta punch, le falta toque, le falta calidad... Sí, vale, sigue teniendo estrellas, pero cada vez menos. No me pueden comparar a Robinho con Ronaldinho, ni a Luis Fabiano con Ronaldo, ni siquiera con Adriano, ni podemos comparar a Kaká con el mejor Kaká.

Brasil ha perdido fuerza y calidad en todas las líneas, excepto la portería, donde ha salido ganando de forma impresionante con la llegada a la titularidad del arquero del Inter de Milán, Júlio César. La Canarinha no tendrá que soportar más las continuas cantadas de Dida, porque ahora cuenta con un guardameta de absoluta confianza. Pero no está lo bien cubierto que podría. Lúcio sigue siendo Lúcio, con todas sus consecuencias: es contundente atrás, lo gana todo por alto, pero sigue perdiendo muchos balones con sus salidas al ataque como pollo sin cabeza. Acompañado por Thiago Silva gana algo de serenidad defensiva, pero al joven central del Milan todavía le falta madurez.

Pero quizá la defensa no sea lo más flojo de Brasil, más que nada porque cuenta con los dos mejores laterales derechos del mundo, Maicon y Dani Alves. Lo malo que tiene, es que uno de los dos no jugará, a no ser que Dunga opte por recolocar a Alves en el interior, todo es posible.

Felipe Melo, con la Copa Confederaciones conquistada el año pasado ante Estados Unidos

Lo peor de Brasil es el centro del campo. Elano, Felipe Melo, Baptista, Josué... no están ni cerca de ser considerados de los mejores del mundo. Cierto es que el juego de los brasileños nunca fue muy destacado por su paso por el medio del campo, pero no son los Mauro Silva, Emerson, Zé Roberto que encumbraron a Brasil. Y Gilberto Silva no es el que deslumbró en el Arsenal a media Europa.

En definitiva, que si Brasil tiene que confiar en las bicicletas de Robinho y en los goles de Luis Fabiano o Grafite, podemos estar tranquilos. Pero claro, luego vendrán, verán y vencerán. Para algo son Brasil, los dueños del Mundial, los únicos con 5 títulos...

Reencontrar a Lass

Lassana Diarra en el partido de la Liga de Campeones contra el Milan

Lassana Diarra fue desde el día que llegó al Madrid un jugador muy importante. El equipo blanco no tenía un jugador de su corte desde que en 2003 se deshiciera de Claude Makélélé. Un centrocampista bajito pero ágil, rápido al corte y hábil en la distribución del esférico. Un verdadero pulmón en el centro del campo.

Aterrizó en Concha Espina el 22 de diciembre de 2008 y ya de primeras su nombre fue proscrito de su camiseta, porque ya estaba ocupado por Mahamadou Diarra. Desde entonces todos lo conocemos como Lass. En realidad, vino para suplir al malí, incluso cogió el número 6 que dejó vacante Mahamadou, que perdió su ficha después de la larga lesión que sufrió esa temporada. Pero Lass rápidamente se convirtió en algo más que un simple sustituto. En cualquier balón suelto aparecía Lass. Si el rival atacaba, Lass robaba el balón y lo repartía con criterio. Parecía incansable. Por eso se ganó el cariño del Bernabéu. Al final de temporada se especuló con la posible salida del malí por la fantástica temporada del francés, pero se decidió contar con ambos.

Durante esta temporada Mahamadou salió de su lesión y... siguió siendo el que era, un centrocampista destructor del juego propio. Lass, por su parte comenzó como un cohete el año futbolístico 2009-2010. Dos golazos ante Rosenborg y Deportivo le confirmaron como un fijo en el once de Pellegrini. Pero no ha sido el año de los Diarra. Lass, de repente, dio un increíble bajón tanto físico como táctico: perdía la posición, no se encontraba en el campo, perdía muchos de los balones que recibía... Es posible que el técnico chileno tenga parte de la culpa del bajo rendimiento de Lass. Y es que Manuel Pellegrini se empeñó en jugar con Lass en la banda derecha, de interior y, claro, no funcionaba. Probó poniéndolo delante de Xabi Alonso... claro, tampoco funcionaba. Parece que se le olvidó que Lassana Diarra se hizo importante en el Real Madrid por robar muchísimos balones... como mediocentro defensivo.

Y Lass cayó en el ostracismo. De repente, un jugador que un servidor dio por desahuciado, Fernando Gago, se hizo un hueco en el once titular blanco en detrimento del bueno de Lass, que se tuvo que conformar con los minutos de la basura de algunos partidos y a veces ni eso.

Es cierto que el Real Madrid lleva unos años en los que su característica principal es menospreciar a los jugadores de calidad con poco nombre o que salieron baratos. Michael Owen, Walter Samuel, Esteban Cambiasso, Samuel Eto'o (estos tres han sido piezas clave en el actual campeón de Europa, el Inter), Claude Makélélé, y más recientemente Klaas-Jan Huntelaar, Arjen Robben o Wesley Sneijder, por no nombrar a Higuaín, del que se ha dudado constantemente durante todos los años que lleva de blanco. Sin lugar a dudas, Lass estaba destinado a entrar en ese saco. No fue excesivamente caro (20 millones; teniendo en cuenta las salvajadas que paga Florentino, es barato), salió bueno y tuvo un bache, pues pa' dentro.

Lassana Diarra disputa un balón con David Silva en los cuartos de final de la Champions 2007

José Mourinho tiene ahora una papeleta. Fue su primer valedor cuando se lo trajo al Chelsea en 2005, pero un tal Mickael Essien y un tal Makélélé le cerraron el hueco de la titularidad. Es un jugador del estilo de Mou, un mediocentro defensivo puro, fuerte, rápido, contundente. Quizás un poco bajo, pero muy útil para el portugués. Mourinho debe reencontrar al mejor Lass. Debe darle la confianza que necesita y colocarlo en su lugar del mediocampo. Puede ser lo más parecido que tenga en el Madrid a Essien.

jueves, 13 de mayo de 2010

El Mundial, cada vez más cerca: las 32 preselecciones


Ronaldinho se queda sin poder disputar el que hubiera sido su tercer Mundial

Como hemos podido ver en el anterior post, España ya ha dado ha conocer la primera lista de 30 jugadores, de los cuales, 7 tendrán que ver el Mundial desde su casa. Pero no es la única selección que lo ha hecho oficial. De hecho, las 32 selecciones participantes en la Copa del Mundo de Sudáfrica han publicado su lista previa de futbolistas. Sólo una de ellas, Corea del Norte, no ha realizado una selección previa y ya ha elegido a sus 23 representantes. Hay que destacar las importantes ausencias que va a haber en el Mundial, como son los casos de Pato, Ronaldinho, Marcelo o Diego en Brasil, Benzema y Nasri en Francia, Gago y Zanetti en Argentina, Cassano, Totti y Del Piero en Italia, Van Nistelrooy en Holanda, entre otros. Ninguno de estos cracks de primer nivel podrá disputar el Campeonato del Mundo. Podéis analizar las listas completas de todas las selecciones en este documento oficial de la FIFA.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Los 30 de España


Ya tenemos la lista previa de los jugadores que deben disputarse las 23 plazas para acudir a la cita mundialista de Sudáfrica. Del Bosque ha añadido cinco novedades: Valdés, De Gea, Azpilicueta, Javi Martínez y Pedro. El seleccionador quiere premiar así la gran temporada de estos jugadores. Eso sí, ha dejado fuera a otros habituales en las últimas convocatorias como Pablo Hernández, Iraola o Riera. Es curioso también que en una lista de 30 incluya a 5 porteros.

Veamos la lista:

Porteros:
- Iker Casillas (Real Madrid CF)
- David De Gea (Atl. Madrid)
- Diego López (Villarreal CF)
- Pepe Reina (Liverpool FC)
- Víctor Valdés (FC Barcelona)

Defensas:
- Raúl Albiol (Real Madrid CF)
- Álvaro Arbeloa (Real Madrid CF)
- César Azpilicueta (C. Atl. Osasuna)
- Joan Capdevila (Villarreal CF)
- Carlos Marchena (Valencia CF)
- Gerard Piqué (FC Barcelona)
- Carles Puyol (FC Barcelona)
- Sergio Ramos (Real Madrid CF)

Centrocampistas:
- Xabi Alonso (Real Madrid CF)
- Sergio Busquets (FC Barcelona)
- Santiago Cazorla (Villarreal CF)
- Cesc Fábregas (Arsenal FC)
- Andrés Iniesta (FC Barcelona)
- Javi Martínez (Ath. Bilbao)
- Jesús Navas (Sevilla FC)
- Marcos Senna (Villarreal CF)
- David Silva (Valencia CF)
- Xavi Hernández (FC Barcelona)
- Juan Manuel Mata (Valencia CF)

Delanteros:
- Pedro Rodríguez (FC Barcelona)
- Dani Güiza (Fenerbahce)
- Fernando Llorente (Ath. Bilbao)
- Álvaro Negredo (Sevilla FC)
- Fernando Torres (Liverpool FC)
- David Villa (Valencia CF)