jueves, 26 de julio de 2012

De cuando Brasil busca el gol, y cuando no

Publicado en el Magazine de Martí Perarnau.


1.-
Nunca es fácil ser una selección pequeña y jugar contra una serie de jugadores que están moviendo o van a mover de un momento a otro cientos de millones de euros. Oscar ha fichado por el Chelsea, Thiago Silva se ha convertido en uno de los defensas más caros de la historia y, mientras, media Europa se está peleando por Hulk, Damião, Ganso… y Neymar. Jóvenes cracks o estrellas confirmadas que están preparándose y concienciándose para sumar en casa la sexta estrella verde a la camiseta amarela.

2.- Porque lo cierto es que para Brasil estos Juegos Olímpicos son una simple piedra de toque para esta prometedora generación dispuesta a liderar el mundo futbolístico de nuevo. Eso sí, la ambición de la Canarinha también es clara: nunca jamás el combinado sudamericano ha conseguido la medalla de oro olímpica y quieren hacerle hueco a ese metal entre su florido y nutrido palmarés.

3.- Mano Menezes parece haber conseguido recuperar el hambre a una selección que vivía de las rentas de los campeones mundiales de 2002 hasta hace poco tiempo. De hecho, la plantilla presente en Londres no ha ganado nada más allá de alguna Copa Libertadores. Pero aún hay mucho que pulir para que Brasil pueda optar a levantar la Copa del Mundo en 2014. Las dos caras del equipo contra Egipto son ciertamente opuestas.

4.- En la primera parte, el 4-2-1-3 dispuesto por Menezes fue una apisonadora que al descanso dejó la sensación de que si hubiera necesitado marcar seis o siete goles, lo hubiera logrado sin demasiados apuros. El centro del campo sigue la estructura habitual brasileña: dos pivotes potentes físicamente aunque no por ello exentos de cierta calidad técnica, a lo que se suma un enganche llamado Oscar que está en un estado de gracia envidiable. Y delante, tres monstruos del balón dotados de una calidad técnica y una velocidad que los convierten en letales cuando combinan con criterio y con el gol como objetivo.

5.- Es muy diferente el juego brasileño cuando busca el gol que cuando trata de dormir el partido y dejar que en el reloj vayan cayendo los minutos. En la primera situación, Brasil crea ocasiones de forma sucesiva y natural, sin forzar la máquina. Neymar se mueve por todos los flancos del ataque y sus decisiones son acertadas y precisas en un porcentaje muy elevado. Ello hace mejores a sus compañeros, como se demuestra en el gol del jugador del Santos. Neymar sale al contragolpe, situación favorita de Brasil, y Hulk, oscuro y espeso todo el encuentro, es habilitado en banda por un pase con la zurda del 11. Después, sólo tiene que centrar y buscar de nuevo a Neymar, él ya se encarga de marcar el tercero. Y en medio está Oscar, avispado, ágil y coherente con los objetivos adquiridos.

6.- Cuando Brasil busca el gol, sus defectos quedan ocultos bajo el manto de tranquilidad que otorga la continua posesión del balón. Una de las bazas de Egipto, y de todos los rivales de Real Madrid y Brasil, es atacar la espalda de Marcelo, carrilero siempre más feliz cuanto más de cerca ve al portero adversario que defendiendo al extremo que le ataca. Menezes ha sido consciente de ello y ha evitado que el madridista subiera la banda con la habitual alegría y desenfreno que emplea, sobre todo en estos principios de temporada en los que aún no está en la mejor forma física para volver a defender. La sorpresa la creó Rafael cuando se incorporó al área egipcia, combinó con Oscar, que lo dejó sólo ante El Shenawy, y puso a su selección por delante. Egipto dejó muy solo a Rafael, no lo cubrió cuando tocó con Oscar y no tuvo oposición.

7.- Pero la selección africana no disputó un mal primer tiempo. La táctica empleada por Hany Ramzy fue prácticamente la misma que su adversario, aunque no estaba destinada a ser poseedora del balón, sino a contener, esperar y buscar una oportunidad para hacer daño. Brasil los dejaba tocar sin problemas en campo propio. Egipto salía con soltura de la tímida presión canarinha, pero se atascaba cuando tenía que traspasar la línea divisoria. Encontraba algún que otro hueco en la zaga enemiga, pero una vez llegados al área de Neto, las luces se tornaban en sombras.

8.- Y de eso se aprovechó Oscar, libre de ataduras defensivas, para desplegar todo su potencial creativo. Tiene una facilidad pasmosa para mover a su equipo, como un organizador de 30 años, siendo idóneo para romper una o dos líneas defensivas con una asistencia o de buscar al compañero situado de extremo para abrir el campo. El gol de Damião destaca también su oportunismo y clarividencia aprovechando un balón llovido para encarar al portero, regatearlo y servir a su ex compañero en Internacional.

9.- Cuando Brasil no busca el gol, es un equipo apático, desinteresado y previsible hasta el hartazgo. La chispa de los delanteros se apaga lentamente, aburridos lejos del área rival y necesitados de un equipo que necesite marcar más goles, que esté dispuesto a golear cada día. La falta de ambición deja en bandeja el balón al rival, que no tiene más remedio que llevar la iniciativa con cada vez menos miedo a recibir un contragolpe mortal. Egipto no terminaba de creerse que estuviera dominando a Brasil y esa sensación de inferioridad le impidió ser más incisivos en ataque y crear más situaciones de gol.

10.- Aun así, aunque no trenzaran jugadas sensacionales al nivel de sus adversarios de hoy, Egipto consiguió marcar dos goles sin demasiada dificultad. Cierto es que el primer gol de Mohamed Aboutrika llega tras un rebote y un tiro al palo, pero el segundo es una jugada relativamente trenzada en la que Mohamed Salah aprovecha la inexplicable pasividad tanto de Thiago Silva como de Juan Jesús para fusilar desde la frontal a Neto.

y 11.- Sólo en ese momento, con cinco minutos más el añadido por delante y un gol solo de margen, fue cuando Brasil volvió a buscar el gol. Danilo y Ganso reactivaron el centro del campo verdeamarelo y volvieron a conectar con Neymar y Pato, que entró para sustituir a Damião. El gol no llegó, pero las ocasiones se repitieron una y otra vez en apenas ocho minutos. Esta selección ha demostrado tener la capacidad de ser superior a cualquier otra del torneo olímpico, pero el trayecto hacia el oro no va a ser el camino de rosas que se esperaba, ni para Brasil, ni para España, ni para Uruguay, ni para Gran Bretaña. El oro habrá que buscarlo.

Brasil-Egipto. (Torneo de fútbol masculino JJ. OO. Londres) Grupo C. 27/07/2012. Estadio Millenium de Cardiff. 3-2 (Rafael, Damiao, Neymar, Aboutrika, Salah)

- Foto: London2012.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario