
El club sardo abandonó su viejo estadio por problemas en la estructura
En el nuevo campo debía jugarse a puerta cerrada, pero el presidente de la entidad ‘invitó’ a la afición
El partido suspendido contra la Roma se puede perder en los despachos
Cagliari es la capital de la isla italiana de Cerdeña. Situada en la costa sur, es el puerto principal del Golfo de los Ángeles y fue referencia en el comercio marítimo durante muchos siglos. Las playas de sus alrededores son consideradas de las mejores del Mediterráneo por sus incontables kilómetros de arena blanca virgen y aguas cristalinas. Deportivamente hablando es conocida por el equipo de ‘calcio’ de la ciudad, el Cagliari, que desde hace nueve años ha visto fútbol de Serie A ininterrumpidamente.
La época más gloriosa del club insular se vivió hace ya más de cuarenta años, en la temporada 1968-69, cuando sorprendió a todo el país quedando segundo en el ‘Campionato’ sólo por detrás de la Fiorentina y llegando a la final de la Coppa Italia, donde cayó ante la Roma. Un año después confirmó sus buenas sensaciones cosiendo en su ‘maglia’ su primer ‘Scudetto’ y ganándose el derecho a disputar la Copa de Europa.
El mejor año de la historia del club culminó con el traslado al nuevo y majestuoso campo de Sant’Elia para la temporada 70-71. El estadio se concibió como un multiusos en el que se podían disputar competiciones atléticas, además de otros deportes de equipo como el fútbol y podía llegar a una capacidad máxima de 70.000 espectadores.
La época más gloriosa del club insular se vivió hace ya más de cuarenta años, en la temporada 1968-69, cuando sorprendió a todo el país quedando segundo en el ‘Campionato’ sólo por detrás de la Fiorentina y llegando a la final de la Coppa Italia, donde cayó ante la Roma. Un año después confirmó sus buenas sensaciones cosiendo en su ‘maglia’ su primer ‘Scudetto’ y ganándose el derecho a disputar la Copa de Europa.
El mejor año de la historia del club culminó con el traslado al nuevo y majestuoso campo de Sant’Elia para la temporada 70-71. El estadio se concibió como un multiusos en el que se podían disputar competiciones atléticas, además de otros deportes de equipo como el fútbol y podía llegar a una capacidad máxima de 70.000 espectadores.