viernes, 8 de junio de 2012

Italia: Muchas dudas y una certeza

Publicado en el Magazine de Martí Perarnau.

La selección italiana nunca parece que esté. A veces ni siquiera se le espera. En un país que vive en el caos permanente, capaz de convertir un carril en tres en medio de una gran ciudad y de mover millones de euros por apostar en unos cuantos partidos, la Azzurra no podía ser ajena al desconcierto reinante en el país de Da Vinci. Ciertamente, Italia no llega a esta Eurocopa en el mejor momento de su historia. Si un cambio generacional es una etapa dura y desesperanzadora en cualquier equipo sobre la faz de la tierra, la nazionale lo ha sufrido en sus carnes de forma traumática. Y es que si ya fue durísimo dejar atrás leyendas del calcio como Paolo Maldini, Alessandro Del Piero, Francesco Totti y Pippo Inzaghi, Prandelli ha tenido que renunciar esta vez a piezas clave del engranaje italiano como Gennaro Gattuso, Fabio Cannavaro y Mauro Camoranesi, encomendando el futuro del equipo a algunos jóvenes jugadores sin experiencia internacional y confiando los goles a dos futbolistas extravagantes hasta el extremo, capaces de lo mejor y de lo peor en cualquier momento.


martes, 5 de junio de 2012

Alemania: la pérdida del gen ganador


Publicado en el Magazine de Martí Perarnau.

Desde que levantara la Eurocopa en Wembley en 1996, Alemania no ha vuelto a dar una alegría a su afición, a pesar de estar cerca.

Cuenta la leyenda que hubo un tiempo en el que tan sólo oír la palabra Alemania hacía temblar hasta a los conjuntos más poderosos del mundo. Un sudor frío recorría el cuerpo de los futbolistas al ver en el sorteo el papel que les hacía enfrentarse a los temibles germanos, todos altos, rubios y terriblemente eficaces a la hora de encarar las defensas contrarias, a la vez que las suyas eran infranqueables. Las hordas muniquesas, comandadas por el capitán Franz Beckenbauer, dominaban Europa a su antojo, conquistando la ‘Orejona’ año sí, año también. Y cuando estas se juntaban con el resto de las falanges alemanas bajo la camiseta de la Mannschaft, no había Cruyff, Zoff o Kempes que pudiera frenarlos.
La tradición habla de una Alemania invencible, capaz de ganar a cualquiera. Pero en los últimos tiempos la legendaria frase “en el fútbol juegan once contra once y siempre gana Alemania” ha ido perdiendo fundamento. Desde que Peter Kouba no fue capaz de repeler el disparo de Oliver Bierhoff en aquella tarde de junio de 1996 en Wembley, el fútbol teutón no ha vuelto a saborear un triunfo de su selección. A nivel de clubes, la historia no dista mucho. El Borussia Dortmund y el Schalke cogieron la estela que dejó la selección y reinaron en Europa en 1997, ganando la Champions y la Copa de la UEFA, respectivamente. Y 15 años después, sólo el Bayern ha sido capaz de llevarse a Baviera la Copa de Europa, tras aquella fatídica tanda de penaltis contra el Valencia en el año 2001.

Pero que no hayan logrado levantar nuevamente un trofeo prestigioso a nivel internacional no significa que no hayan estado muy cerca de conseguirlo. De hecho, lo destacable del caso es que desde 1996, tanto el Bayern como el combinado nacional han disputado varias finales en las que no han podido (o no han sabido) demostrar la histórica frialdad y convicción bárbara que les caracterizaba.

viernes, 18 de mayo de 2012

Robben y el círculo vengativo

Publicado en el Magazine de Martí Perarnau.

El extremo del Bayern consiguió arrebatar la gloria al Real Madrid, su ex equipo, en el Bernabéu y ahora tiene ante sí la ocasión de hacer lo propio con el Chelsea.

Caía la noche sobre Madrid. La capital española estaba distinta a cualquier otro sábado. En un bar de la ciudad se podía ver a un turista alemán ataviado con una zamarra roja y una bandera de igual color con un vaso de cerveza en la mano. Si se seguía paseando, un madrileño se topaba también con un grupo de chicos de Milán vestidos de negro y azul, probablemente cantando letras que se suelen oír en el estadio Giuseppe Meazza cada vez que juega el Inter. Esa tarde se disputaba en el Bernabéu la final de la Champions League. A varios jugadores les era muy familiar ese estadio, sabían que el autobús de su equipo entraría por la calle Padre Damián y reconocían el olor del césped. Dos de ellos lo tenían muy reciente.


Wesley Sneijder y Arjen Robben habían salido del Real Madrid pocos meses antes de ese 22 de mayo de 2010, enfilando la puerta trasera del club donde creían haber tocado techo el día que firmaron sus contratos con Ramón Calderón. Tras dos años irregulares, aunque con bastante más gloria que pena, los dos tulipanes se dispersaron. Sneijder tomó rumbo a Italia y Robben llegó al Allianz Arena para jugar en el Bayern. El destino hizo que se volvieran a encontrar en el mismo lugar donde habían coincidido por última vez jugando para el mismo club. Ambos tenían la gran oportunidad de tomarse su particular venganza, pero solo podía culminarlo uno de ellos. Sneijder levantaba la Orejona mientras Robben se juraba así mismo que volvería a intentarlo.

jueves, 17 de mayo de 2012

Perfil: Andrea Poli

Publicado en el Magazine de Martí Perarnau.

El box-to-box italiano. Un organizador de juego con un buen margen de mejora que le dan sus 22 años. Poli tiene la capacidad tanto de mover a sus compañeros en ataque como de cerrar filas y realizar la presión que asfixie la creación de juego adversaria. Todo ello unido a un carácter tremendamente competitivo que sorprende por su juventud. Está llamado a ser el mediocentro de los azzurri en un futuro no muy lejano.

FICHA TÉCNICA

Nombre completo: Andrea Poli
Nombre futbolístico: POLI
Fecha de nacimiento: 29/09/1989
Nacionalidad: Italiano
Altura: 1’82 m
Peso: 77 kg
Club: FC Internazionale
Campeonato: Serie A Italia

miércoles, 9 de mayo de 2012

La lucha por ser el tercer grande

Atlético y Athletic lucharán esta noche por la Europa League y uno de los dos dará un pasito más para acercarse a los dos gigantes históricos del fútbol español



En cada país donde se disputa una liga de fútbol hay unos clubes que históricamente se han llevado a sus vitrinas la mayoría de las ediciones disputadas y a nivel internacional han marcado una época o han dado la talla y por ello son considerados por todos como los mejores equipos de todos los tiempos de su país. Así sucede en Inglaterra, donde Manchester United y Liverpool han conseguido gran parte de las ligas hasta ahora jugadas; en Italia mandan la Juventus, el Milan y el Inter; en Marruecos el Wydad de Casablanca, el Rabat y el Raja de Casablanca han ganado muchas más ligas que el resto de equipos; y en Argentina River Plate y Boca Juniors han dominado a sus rivales.

Aquí en España hay muy pocos que duden de la superioridad continuada durante más de un siglo por el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona, no sólo por la ingente cantidad de trofeos nacionales que poseen, sino porque también son dos de los clubes con el mejor palmarés internacional. A partir de ahí se abre un abanico de tres posibles candidatos a ocupar el tercer escalón en el podio español, a saber, el Valencia, el Athletic Club y el Atlético de Madrid. Todos ellos son los que más honores acumulan después de los dos gigantes. No obstante, la tendencia general de la afición española suele ser considerar al Atlético como el principal merecedor de tal reconocimiento.

Pero lo cierto es que la sala de trofeos del Calderón no es la que más copas luce en comparación con las de San Mamés y Mestalla. En sus 109 años de historia, los colchoneros han levantado un total de 23 títulos (9 Ligas, 9 Copas, 1 Supercopa de España, 1 Recopa, 1 Europa League, 1 Supercopa de Europa y 1 Copa Intercontinental), una cifra que supera los 20 obtenidos por el Valencia (6 Ligas, 7 Copas, 1 Supercopa de España, 1 Copa de la UEFA, 2 Copas de Ferias, 2 Supercopas de Europa, 1 Recopa), pero que se queda corta comparada con los 32 entorchados con los que cuenta el Athletic (8 Ligas, 23 Copas, 1 Supercopa de España).

sábado, 21 de abril de 2012

Barcelona - Real Madrid: Cuando marcar primero no sirve de nada



Los blancos han conseguido ponerse por delante en el marcador en cuatro ocasiones ante el Barça de Guardiola sin ganar. Sólo lo se llevaron la victoria en la prórroga de la final de la Copa del Rey. 

Hace décadas, cuando en el fútbol no estaban implantados los sistemas tácticos a fuego en los equipos, adelantarse en el marcador, aunque era importante, no era determinante. Los resultados abultados eran el pan nuestro de cada día, y quitarle la ventaja al adversario era mucho más habitual que en los días actuales. Estaba vigente la ley de ‘marcar más goles que el rival’. Desde que llegaron al fútbol hombres con una idea de juego en la cabeza que intentaban inculcar a sus jugadores, los cuales ya no se colocaban a lo loco en sobre el tapete verde, la obsesión por encajar cada vez menos tantos se fue instaurando y los marcadores con muchos goles fueron disminuyendo progresivamente hasta hoy. Así, marcar antes que el rival en el partido fue cada vez más importante hasta tal punto de que ahora lo más habitual es que el conjunto que abra el partido sea el que acabe llevándose los puntos y la victoria, siendo las remontadas algo esporádico y considerándose muy meritorias por parte del equipo que comenzó perdiendo.

En los ‘Clásicos’, esta perspectiva futbolística no ha sido ninguna excepción y si, por ejemplo, el Real Madrid ponía el 1-0, tenía muchas posibilidades de ganar al Barcelona o, como mínimo, sacar un punto del enfrentamiento entre ambos. Pero en el momento que Guardiola volvió al club azulgrana para sentarse en el banquillo, no sólo cambió la historia de Barça, sino también la de los partidos ante el máximo rival. Desde que el 13 de diciembre de 2008 se vieron las caras por primera vez con el de Sampedor de por medio, el Real Madrid no ha conseguido ganar ni un solo partido al Barça en la competición de la regularidad y sólo pudo vencerlos en la final de la Copa del Rey de hace justo un año y en la prórroga. Pero lo destacable es que el equipo primero entrenado por Juande Ramos, luego por Manuel Pellegrini y ahora por José Mourinho ha conseguido ponerse por delante en el marcador, sin contar la única victoria, en hasta cuatro ocasiones sin conseguir ganar el partido, todas ellas en el Santiago Bernabéu.

lunes, 26 de marzo de 2012

APOEL y Metalist se ganan un hueco en la historia

(Publicado en Goal.com)

Chipriotas y ucranianos, con presupuestos muy inferiores al de los grandes clubes del continente, se han ganado un puesto en cuartos de final de Champions y Europa League.



Vivimos en una sociedad en la que sigue habiendo clases sociales, ricos y pobres, siendo los primeros de ellos los poderosos, los que tienen el control del mundo, dejando a los humildes poco margen de maniobra. Son los ricos los que toman las decisiones, las aplican y las disfrutan y son los pobres las que las sufren y padecen. Esta situación, como no podía ser de otra forma, se refleja en el fútbol desde hace muchos años. Los clubes con grandes posibilidades económicas fichan jugadores de clubes medianos o pequeños, incapaces de retener a sus estrellas con contratos multimillonarios que les tapen los oídos ante los cantos de sirena de los conjuntos ricos. Incapaces de competir con las superpotencias, los pobres se ven obligados a pelearse por las migajas que dejan los otros, o sea, luchar por las últimas plazas libres que den acceso a las competiciones continentales, si no es evitar el descenso su objetivo prioritario. Esa es la verdad del fútbol, pero parece que este año, los pequeños han decidido revelarse y comenzar a luchar con los más fuertes.

Los dos equipos de Manchester, el Inter de Milán, el Paris Saint Germain, el Tottenham… Muchos clubes con grandes recursos han sucumbido en las dos Copas de Europa que se disputan en la actualidad, bien por falta de intensidad, que no de calidad, bien por el buen hacer de otros equipos que, sin unos presupuestos estratosféricos han conseguido colarse entre los ocho mejores equipos tanto de la Champions League como de la Europa League en esta temporada. Cierto es que aún quedan muchos grandes equipos que lucharán hasta el final por alzarse con algún título, es lógico y normal, pero que sociedades como el Metalist Járkov o el APOEL de Nicosia estén donde están demuestra que  en el fútbol los millones no todo lo pueden.