1.- Antes de que el azar juntara durante tres temporadas consecutivas a Ajax y Real Madrid en la fase de grupos de la Champions League, los herederos holandeses del guerrero griego eran uno de los clubes más fuertes del continente. Por decir solo algunos de los nombres que formaban aquel equipo majestuoso a pesar de la juventud que ganó la ‘Cuarta’ al Milan: Marc Overmars, Clarence Seedorf, Edwin Van der Sar, Patrick Kluivert y Frank de Boer. Antes, Cruyff había llenado las vitrinas de Copas de Europa.
2.- La economía holandesa ya no es tan boyante como en aquellos tiempos y la Eredivisie es mucho menos llamativa y cada vez que sale un talento de la factoría del Ajax al poco tiempo cede el brazalete de capitán y se marcha a un club con mayores aspiraciones que el tercer puesto en el grupo de Champions. Ahora, las migajas con las que trabaja el bueno de los hermanos De Boer dan para lo que dan en cuanto se enfrenta a un reto mayor.
3.- El Ajax ha estado vivo en el encuentro de hoy porque el Real Madrid ha querido que sucediera de tal modo. Los blancos han ganado el partido cuando han desarrollado en su plenitud el juego que les interesa. El inicio del encuentro ha sido el habitual de los partidos grandes: presión agobiante muy arriba para no dejar respirar al rival y tratar de aprovechar algún robo cerca del área contraria para abrir el marcador. Eso sí, le ha faltado la profundidad y la claridad (y quizás algo de ahínco) para conseguir adelantarse antes.